En la madrugada de ayer fueron atacadas las oficinas del Diario de Navarra en la calle Zapatería. Hacía algo más de un año y medio desde que se produjo el último ataque con cócteles molotov en Pamplona. En aquella ocasión se rozó la tragedia. Un grupo de personas, en un ataque perfectamente orquestado, lanzó veinte cócteles molotov contra una furgoneta de la Policía Foral. Los agentes atacados, sin embargo, consiguieron detener en el momento a uno de los atacantes, Hodei Ijurko Etxarri. “Intentó quemarnos vivos”, declararía durante el juicio el jefe de la patrulla. En el registro de la vivienda del detenido, se encontró abundante material relacionado con la ilegalizada Segi.
Unos meses después, a finales de agosto, la Guardia Civil detenía en una operación contra Segi y Ekin a varios jóvenes en Navarra. Se les imputó la participación en múltiples actos de kale borroka, incluyendo el ataque al furgón de la Policía Foral en el mes de marzo. Además de botellas, garrafas, ácido y diverso material inflamable, se les intervino abundante material y documentación de las ilegalizadas Segi y Batasuna.
Dos de los detenidos como integrantes del “talde”, Luis Goñi Lara y Javier Sagardoy Lana, eran vecinos de Barañáin. Tras su detención, el Ayuntamiento de Barañáin rechazó una moción de Nabai e IU en la que las citadas fuerzas, lejos de respaldar la labor policial, criticaban abiertamente el “proceder de las detenciones y los registros indiscriminados con métodos desproporcionados y poco adecuados incluso en locales que no pertenecen a los detenidos”.
Ya a principios de este año, Nafarroa Bai y ANV cedieron el polideportivo municipal de Berriozar para la celebración de un acto que –como resultaba bastante previsible- degeneró en un homenaje a presos de ETA y específicamente a los detenidos de Segi en 2008 por el último ataque con cócteles molotov en Pamplona.
El pasado martes, la policía llevaba a cabo diversas detenciones en el País Vasco y Navarra contra el intento de recomponer la estructura de Segi. Nafarroa Bai afirmaba tras las detenciones que con ellas "se intenta criminalizar a varios sectores de la sociedad" y expresó su "posición contraria a las leyes antiterroristas y a la ley de partidos".
48 horas después, eran atacadas con cócteles molotov las oficinas del Diario de Navarra.
La vinculación entre Segi y el terrorismo quedó probada y establecida por el Tribunal Supremo en el año 2007, declarando a Jarrai, Haika y Segi organizaciones terroristas.
Parece poco probable por tanto, aunque se oculten bajo sucesivas máscaras, que vaya a haber ninguna sorpresa cuando más tarde o más temprano, con o sin el respaldo de todos los partidos, las fuerzas de seguridad detengan a los autores de esta última acción terrorista. Nafarroa Bai, sin ninguna duda, a la luz de lo anterior debería autoimponerse algún tipo de reflexión.
Naturalmente, para concluir esta información, no cabe sino mostrar la máxima solidaridad con nuestros compañeros del Diario de Navarra.