Las malas perspectivas judiciales y electorales del alcalde de Berriozar (Bildu) por su empecinamiento en poner la ikurriña

El futuro de Raúl Maiza González (Bildu) como alcalde de Berriozar se jugará en los juzgados además de en las urnas. Y es que la asociación Doble 12 ha interpuesto una denuncia contra Maiza porque en las fiestas patronales de la localidad el año pasado colocó en la fachada una ikurriña y una pancarta a favor del acercamiento de los presos de ETA.

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El caso, sin embargo, no eso sólo que el año pasado pusiera la ikurriña y la pancarta de los presos incurriendo en una ilegalidad, sino que exactamente lo mismo había hecho el año pasado, con una diferencia notable.

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Entre un año y otro, se sucedieron diversos procedimientos judiciales y recursos que concluyeron con una resolución firme del Tribunal Administrativo de Navarra y una sentencia firme de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Navarra determinando que la colocación de la ikurriña y la pancarta eran ilegales.

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Es decir, cuando en 2018 el alcalde de Bildu decide volver a poner la ikurriña y la pancarta de los presos, ya sabe sin ningún género de duda que lo que está haciendo es ilegal, porque ya tiene una sentencia firme que así lo establece.

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La segunda vez que coloca la ikurriña, por consiguiente, se produce un agravamiento de su conducto y la denuncia contra Maiza recuerda en este sentido que el artículo 410 del código penal prevé que “Las autoridades o funcionarios públicos que se negaren abiertamente a dar el debido cumplimiento a resoluciones judiciales, decisiones u órdenes de la autoridad superior dictadas dentro del ámbito de su respectiva competencia y revestidas de las formalidades legales, incurrirán en la pena de multa de tres a doce meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años”.

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Es decir, que de prosperar la denuncia contra Maiza, cosa que a primera vista podría parecer bastante lógica a la vista de los hechos, Berriozar podría encontrarse con un alcalde al que la Justicia inhabilitara hasta por un plazo de dos años. Eso si Maiza repitiera en la alcaldía, naturalmente.

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