El escándalo ha saltado al piratearse y hacerse públicos miles de correos electrónicos y documentos de la Unidad de Investigación del Clima (CRU) pertenecientes a la universidad británica de East Anglia, uno de los principales centros de investigación sobre el calentamiento global y el cambio climático. Los correos resultan especialmente reveladores al mostrar múltiples conversaciones de científicos de la citada universidad con otros muchos de universidades de todo el mundo, en los que su honestidad intelectual queda totalmente en entredicho. La propia universidad de East Anglia ha reconocido la probable veracidad de los correos hasta donde han sido conocidos, debido al gran volumen de datos, y no descarta una filtración interna como origen del escándalo. La noticia, a pesar de sus proporciones, ha pasado casi desapercibida en España para los grandes medios. Los grandes medios navarros tampoco han sido la excepción a la regla en este caso. Sin embargo, la noticia sí ha sido publicada en el Washington Post, el New York Times o el Wall Street Journal.
El contenido de los e-mails hacheados.
Entre los contenidos revelados, científicos que discuten cómo cambiar los períodos de referencia para presentar la temperatura actual como más cálida que en otros momentos del pasado. Michael Mann, uno de los climatólogos más relevantes del IPCC de la ONU, discute la manera de “contener” la temperatura que llegó a alcanzar nuestro planeta en el conocido como “Período Cálido Medieval”. Otro científico, Tom Wigley, reconoce que desde 1980 el calentamiento según las mediciones en la superficie terrestre ha sido prácticamente el doble que el de los océanos, y que se trata de un dato que debe evitarse que salga a la luz porque podrían probar que las ciudades actúan localmente como islas de calor, sin relación alguna con el cambio climático. Otro científico reconoce haber usado el "truco de Mike" en la revista Nature para camuflar descensos indeseables de la temperatura en sus gráficos. Un científico británico se lamenta en su correo de un artículo en contra del calentamiento porque, en ese momento, es justo “lo que no necesita” para obtener dinero de la empresa Siemens. Otros correos hacen referencia a más pagos de otras empresas, como Esso. Otro documento muestra cómo el director del CRU ha recaudado 13,7 millones de libras en los últimos años para luchar contra el cambio climático.
Además de todo lo anterior, los científicos implicados muestran su rechazo a incluir en los informes del PPCC datos de otros científicos que contradigan sus conclusiones, e incluso se describen presiones a los medios y publicaciones para crear un auténtico appartheid respecto a estudios científicos contrarios.
El escándalo ha alcanzado ya tal magnitud que no sólo aparece en los medios más escépticos, sino hasta en algunos de corte mucho más militante con el cambio climático.