La primera Javierada se celebró este fin de semana con buen tiempo, ausencia de incidentes y la presencia de miles de peregrinos, tanto el sábado como el domingo. La Policía Foral contabilizaba el sábado unos 9.000 asistentes en 35 autobuses y 1800 turismos, así como 7.600 el domingo en 56 autobuses y 1200 turismos.
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El lema de las Javieradas de este año es “Enviados”, y en este sentido el arzobispo don Francisco explicó en su homilía del domingo que «ser misionero está en el corazón mismo de la fe de cada bautizado» y que para los creyentes es necesario “retomar con nuevo impulso la responsabilidad de proclamar la buena noticia del evangelio a todas las personas», porque «ser misionero está en el corazón mismo de la fe de cada bautizado». Ahora además también (no necesariamente en vez de) se puede ser cibermisionero desde el portátil, una ventaja no obstante para los menos intrépidos.
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En la crónica del Noticias, aparte de los consabidos datos de asistencia o climatológicos, se hace referencia a que “la primera Javierada oficial fue realizada el 10 de marzo de 1940, protagoniza por la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz, en la que participaron unos 5.000 peregrinos”, si bien matiza que “el primer antecedente de las Javieradas fue la peregrinación organizada por la Diputación Foral de Navarra el 4 de marzo de 1886 en acción de gracias a San Francisco Javier por no sufrir la epidemia del cólera”.
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Conviene efectivamente recordar que San Francisco Javier fue canonizado en 1622 junto a San Ignacio de Loyola y Santa Teresa de Jesús, por lo que desde entonces el castillo fue objeto de peregrinaje y devoción, y que la peregrinación de la Diputación en 1886 es sólo un reflejo más de que en aquella época ya existía esa devoción y que por tanto no es que Javier se convierta en un lugar de devoción por la marcha que se organiza en 1940, sino que se organiza la marcha a Javier de 1940 precisamente porque era un lugar de devoción.
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