El diario Gara es noticia estos días por el acuerdo alcanzado por este diario con la Seguridad Social en virtud del cual, como heredero de la deuda del diario Egin con este organismo, tendrá que pagar 3 millones de euros a lo largo de los 3 próximos años.
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Gara denuncia que se trata de una persecución ideológica, que no tiene nada que ver con Egin, y reclama ayuda a las instituciones para pagar a la Seguridad Social.
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El diario Egin, como el Egunkaria, han seguido un extraño periplo judicial, de modo que años después de su cierre judicial la propia justicia declaró ilegales estos cierres, lo que sin duda ha constituido una gran victoria jurídica, pero sobre todo propagandística para el mundo nacionalista. Cabe realizar matices importantes, sin embargo, respecto a la ilegalidad del cierre de Egin.
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La cúpula terrorista del Egin
El gran titular, sin duda, es que el cierre del Egin fue ilegal, reconocido por la propia Justicia española, pero la lectura de la sentencia del Supremo que determina la ilegalidad del cierre no dice que el diario Egin fuera una asociación de beatos, sino que el cierre fue ilegal por el procedimiento seguido para ese cierre más que por no estar justificado en el fondo. De este modo, el Supremo valoró que había que haber determinado la naturaleza terrorista de la sociedad y que el propio diario era estructuralmente un instrumento al servicio de ETA y no sólo que en el diario había personas concretas, aunque fueran su cúpula, haciendo cosas al servicio de ETA desde el diario. Se nos intenta vender la idea que todo lo relacionado con el Egin fue un montaje cuando el Supremo, por poner sólo dos ejemplos, a la par que declaró sin efecto el cierre del Egin condenó a su director, Javier María Salutregui, a 7 años y medio de prisión por pertenencia a organización terrorista, o a la subdirectora María Teresa Toda Iglesia a 6 años de prisión por colaboración con organización terrorista.
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En este mismo sentido los hechos probados respecto a lo que se hacía en el diario Egin dejan bastante a las claras que aquello no era un diario cualquiera, como ahora nos lo pintan, cuyo único pecado era coincidir ideológicamente con las tesis de ETA. De los hechos probados judicialmente respecto al Egin, por el contrario, se puede concluir por ejemplo que:
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–ETA decidía la dirección de Egin.
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-La dirección de Egin tenía un modem en el diario para poder recibir instrucciones cifradas de ETA.
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-Toda la información, el análisis y la opinión en el diario Egin se encontraban al servicio de la justificación de la actividad y la violencia de ETA.
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-Egin avisaba públicamente de la puesta en marcha de operaciones policiales dirigidas contra ETA o sus grupos de apoyo permitiendo así conocer al resto de colaboradores dicha circunstancia y con ello eludir la acción policial. La publicación de este tipo de informaciones de aviso, que era frecuente en las páginas del diario EGIN, resultaba posible porque en la redacción se disponía de capacidad para la interceptación de las radiofrecuencias de los diversos órganos de seguridad. Además se informaba sobre los movimientos de vehículos y dotaciones policiales, controles, etc.
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-Los medios de producción gráfica del diario, tales como la rotativa, sus ordenadores o su material ofimático, eran puestos al servicio de los fines y actividades de organizaciones terroristas integrantes en KAS. Por ejemplo elaborando carteles amenazantes y coactivos para Jarrai contra distintos profesionales de otros medios de comunicación, considerados hostiles por ETA
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-Las actividades de «información» de la «organización terrorista ETA”, de KAS y del “equipo de Investigación del diario EGIN” además de obedecer a un procedimiento común congruente con la estrategia político-militar de ETA, ofrecían elementos que se complementaban entre sí, de manera que había multitud de datos que eran utilizados por uno u otro servicio de información, y a veces por todos ellos, conformando una estructura de captación y selección de información, que luego era utilizada por ETA para cometer asesinatos.
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Igual que la Justicia ha determinado que el cierre de Egin fue ilegal, también ha determinado todo lo anterior como hechos probados, no nos quedemos con lo uno olvidando lo otro, como pretenden algunos. En realidad, teniendo en cuenta los hechos probados respecto al Egin, lo difícil de entender es que su cierre se haya determinado ilegal. ¿Diario perseguido? Más bien diario perseguidor.
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Haciendo un Etxenike a la Seguridad Social
Aclarado lo anterior volvamos sobre el Gara y su deuda con la Seguridad Social en su calidad de diario sucesor del Egin. En primer lugar llama la atención que un diario que representaba las posiciones más extremistas y revolucionarias de la izquierda en la supuesta defensa de los trabajadores no pagara las cotizaciones de estos a la Seguridad Social. En segundo lugar, tranquilidad que ya pagaremos los demás la deuda del Egin-Gara con la Seguridad Social.
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Aunque nos presentan el drama del Egin-Gara como una historia de victimismo y persecución, la verdad es que la auténtica historia del Gara no es la historia de un diario perseguido sino de un diario privilegiado. Un ejemplo, el Gara se llevó más de 400.000 euros el año pasado sólo en publicidad institucional, sólo del Gobierno Vasco y sólo en la CAV. Sólo del Ayuntamiento de Pamplona y del Gobierno de Navarra, sólo por publicidad institucional, el GARA obtiene anualmente cerca de otros 90.000 euros. Afortunadamente para Gara, forma parte de un sistema de periodismo pagado y pastoreado por la administración con el dinero de todos. ¿Pagar las cotizaciones a la Seguridad Social? No hay problema, ya se las pagamos los demás. Menuda persecución. Obviamente el Egin ha tenido algunas molestias extras que no han tenido otras empresas subvencionadas y mantenidas con publicidad institucional, más que nada por estar su cúpula designada por ETA y a su servicio, por lo demás ya quisieran muchas empresas para sí esta lluvia de dinero público y llamarla persecución.
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