Del recién anunciado congreso del PPN el 12 de diciembre, saldrá un presidente. Este nombramiento será decidido por los militantes navarros de entre todos los candidatos. Por el contrario, el candidato a las elecciones forales lo elige el Comité Ejecutivo Nacional desde la calle Génova. Se trata por tanto de dos procesos diferentes de los que pueden salir dos nombramientos diferentes. Bien es cierto que ambos suelen coincidir en una misma persona, aunque se produce una particular dificultad para que así fuera en el caso de Santiago Cervera.
Legalmente resulta incompatible ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados al mismo tiempo que se ocupa otro en el Parlamento de Navarra. Por consiguiente, para ser parlamentario foral, Santiago Cervera debería abandonar su escaño en el Congreso de los Diputados. En el supuesto de que Santiago Cervera renunciara a su escaño en el Congreso, se daría la curiosa carambola de que el orden sucesorio favorecería a la número 3 de la lista que presentó el PP a las elecciones generales en Navarra. En este caso se trataría de Mariví Castillo, concejala de UPN en el ayuntamiento de Tudela. En la práctica, esto supondría que el PP perdería un escaño (quedándose sin representantes navarros) y UPN ganaría otro. Resulta evidente por tanto la dificultad de que Santiago Cervera, además de presidente, fuera candidato.
¿BIcefalia también en el PPN?
Todo este conjunto de circunstancias, toda vez que a más tardar las elecciones forales serán en el año 2011 y las generales en el 2012, viene a hacer casi imposible que Santiago Cervera -aún en el caso de hacerse con la presidencia del PPN- pudiera ser al mismo tiempo su cabeza de lista al Parlamento de Navarra. Aparentemente, la única posibilidad viable de que esto sucediera así sería, como decíamos, que José Luis Rodríguez Zapatero convocara elecciones anticipadas.