Más o menos, somos todos conscientes de que el actual ejecutivo de gobierno nacional se caracteriza, entre otras cosas, por su pasión propagandística. Sí, algo que si bien le ilusiona a un personaje con aspectos de egocentrismo y ansias absolutas de poder, ha conseguido gracias a un “excelente maestro” de la propaganda política: Iván Redondo.
Este especialista en comunicación, también jefe de gabinete, destaca por una asesoría basada en la propaganda marketera compulsiva. Así lo demostró cuando ocupaba un cargo similar en el entonces Gobierno de Extremadura, cuando el “barón rojo” del Partido Popular (PP), José Antonio Monago, era el presidente autonómico de la región.
En ese caso, dejando aparte lo criticable y ridícula que pudiera resultar, vino muy bien para escenificar un “cambio político” en un “feudo socialista”, también una de las economías más reprimidas de España, que no se pudo demostrar. Como todos sabemos, fue una pérdida de tiempo esa legislatura. El progresismo y el socialismo seguían siendo la “norma”.
Pues bien, en este caso, escenas como la del running matinal, el amor canino, la donación de sangre -anunciada a bombo y platillo en la red social Twitter-, la filmación de las conversaciones con una niña de nueve años en sede presidencial, las manos arrugadas, el asunto de Moncloa Abierta y los papelitos de sus hijas parecen venirle como anillo al dedo a Pdr Snchz.
Con ello puede intentar, a pesar de poder ser para algunos una especie de hazmerreír, ilustrar una apariencia afable, cercana, generosa y simpática de lo que es una oportunidad basada en un ejercicio de “okupación” del Palacio de la Moncloa, gracias a una moción de censura realmente injustificada.
Seamos valientes y reconozcamos que lo que tuvo lugar a principios del pasado mes de junio fue una especie de “asalto” (legal, pero ilegítimo e inmoral). Un plagiador de tesis se perpetró en el Palacio de la Moncloa con la colaboración de comunistas y nacionalistas periféricos, reeditando una fórmula llamada Frente Popular y suponiendo una amenaza para la libertad.
Pedro Sánchez tenía ansias de poder, y no le importó una moción tan injustificada como acelerada. Pero supongo que esto estaría premeditado de antemano, yendo a buscar todas esas hordas la “ocasión perfecta” para derrocar a Mariano Rajoy, quien ciertamente fue el culpable de todo esto, ya que, entre otras cosas, podía haber dimitido para “bloquear” la moción.
El artífice de la culminación del proceso de “podemización” del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) no dista mucho de sus socios de gobierno en la medida en la que el Frente Popular busca la dinamitación de España, colaborando con los enemigos de la Nación Española y cercenando las libertades de todos los españoles.
No dieron razones para la ingenuidad desde el principio, y no parece que nos hayamos equivocado en ninguna línea de este análisis. El sujeto no tiene interés alguno en convocar un adelanto de elecciones generales y sus socios de gobierno están “en realidad” satisfechos, por decirlo de alguna manera, con el esposo de Begoña Gómez.
Vemos cómo las cesiones a los nacionalistas siguen siendo la norma. Autorizan a ese ejecutivo que gobierna para los tractorianos en contra de los tabarneses la apertura de las “embajadas autonómicas” internacionales y los catalanes víctimas y rehenes del nacional-catalanismo siguen estando desamparados.
Mientras que la Guardia Civil y la Policía Nacional reivindican la equiparación salarial, este ejecutivo favorece a los Mozos de Escuadra, la “policía política” del nacional-catalanismo, subiéndoles a estos el salario. De hecho, sopesaron ya ofrecerle más competencias a este cuerpo autonómico.
Además, recordemos que está sobre la mesa una reforma constitucional dispuesta a garantizarles la independencia de facto y que discuten ya que los golpistas catalanistas estén en prisión por un delito de rebelión (de hecho, la delegada del Gobierno en Cataluña es partidaria del indulto).
A su vez, alguna que otra soflama de guiño a estos se suelta en una nueva RTVE, controlada por toda la jauría izquierdista, en la que PODEMOS tiene considerable influencia (puestos a observar el Consejo de Administración). Eso sí, ya se acabaron los “viernes negros”, porque la intención de invocarlos era simplemente acabar con el PP.
Por otro lado, conviene señalar que si han aprobado la despenalización de las injurias al jefe del Estado y las ofensas a los sentimientos no ha sido en favor de la libertad de expresión que por otro lado buscan aniquilar, sino incentivar la ofensiva antimonárquica prosoviética y la intolerancia religiosa derivada del laicismo de este ejecutivo.
Y bueno, en economía podemos ver cómo van a pactar unos presupuestos que no solo serán los primeros que se aborden en centros penitenciarios, como pudimos ver en Lledoners, sino cómo se incrementará el gasto público, igual que la fiscalidad, y el salario mínimo, siendo todo esto un impulso del endeudicidio y de la destrucción de empleo y riqueza.
Es más, recordemos que para sacar adelante estos presupuestos, piensan en atentar contra el poder legislativo anulando el contrapeso ejercido por la Cámara Alta (aunque, aparte de la politización judicial que no es novedosa, no es lo único, ya que desde el Tribunal Supremo están denunciando presiones del poder ejecutivo).
Una vez dicho todo esto, por mucho que intente “embelesarnos” con su ridícula propaganda y que la Unión Europea no alerte de absolutamente nada ya que Pedro Sánchez, a diferencia de Viktor Orbán y Jaroslaw Kaczynski, no es sino un defensor de las causas de George Soros, a quien recibió a las pocas semanas de entrar en el Palacio de la Moncloa.
De hecho, recordamos que ciertas escenas “amables” propagandísticas eran también la norma en la tiránica y totalitaria Unión Soviética. Pero bueno, el caso es que hemos de mantenernos en alerta ante la amenaza que supone este gobierno y luchar por la libertad de manera incansable y aguerrida.