Desenterrar a Franco, Mola o Sanjurjo no convierte a nadie en demócrata. No lava a nadie. No demuestra nada. Es puro postureo. Qué no tendrá que lavar alguien que se dedica a desenterrar a la gente, buena o mala, que lleva muerta 40 años. Si no estás a favor de desenterrar a Franco no eres demócrata. Si no estas a favor de untar la momia con estiércol no eres demócrata. Si no cantas el Caralsol al revés no eres demócrata. Si no me das la patita y me traes las zapatillas en la boca no eres demócrata… Todo esto, por lo general, son exigencias infantiles y ridículas que vienen de formaciones y personajes no ya que jamás lucharon contra el fascismo, o que ni lo conocieron, sino que son los auténticos herederos actuales del fascismo. Franco o Hitler no son su némesis, sino su modelo. Porque fascista es el que mantiene comportamientos fascistas, entre los que podríamos citar la liquidación de la libertad individual, la exaltación del pensamiento colectivo (el estado, el pueblo, el partido), la hiperpolitización de la vida social (fiestas, conciertos, comidas, actos deportivos), la monopolización del espacio urbano, la supresión de la libertad educativa, los actos de acoso y marcado, la deshumanización del que no piensa como uno, de la mano de la cual viene inevitablemente la legitimación de la violencia contra el que no piensa como uno, lo que nos lleva al siguiente punto.
X
La normalización del fascismo
Hoy jueves se le va a dedicar un ongietorri en Echarri Aranaz a Odei Ijurco, sujeto condenado a 13 años de prisión por lanzar varios cócteles molotov a una patrulla de la Policía Foral. Otro “chaval”, otra víctima, otro pobrecito joven vasco injustamente represaliado e inhumanamente tratado tras ser condenado en un juicio-farsa con pruebas amañadas por intentar hacer una barbacoa con los agentes que ocupaban una furgoneta de la Policía Foral. Lo peor es que no se trata de un hecho aislado sino de un fenómento reiterativo y creciente como veremos con más detalle más adelante.
x
X
Los herederos del fascismo sois vosotros
Nos negamos a que este tipo de homenajes, reconocimientos o lo que sean, a base de repetirse se conviertan en una especie de normalidad. Esto no es normal. Pobres de nosotros cuando empecemos a asumir que todo esto es normal. El fascismo en 2018 es todo lo anterior.
x
La Navarra del cambio
El paisaje que dibujan las anteriores noticias es la Navarra progresista, plural, dialogante y moderada de este gobierno cuatripartito, en realidad un gobierno de radicales que incluye a los arquitectos de esta realidad neofascista, los que se levantan por la mañana tuiteando mensajes en favor de Castro, Chaves o Lenin, y los que para mantener la silla y desarrollar la agenda de la construcción nacional de Euskal Herria (que en realidad es todo lo anterior, más la imposición del vascuence) miran para otro lado.
X
En relación con toda la proliferación de homenajes a etarras, recibidos en las localidades navarras donde gobierna el nacionalismo como héroes, artistas, deportistas de éxito o en definitiva modelos a seguir, el Gobierno de Navarra se limita a emitir declaraciones como que “no los comparte”.
X
En este punto resulta evidente la hipocresía del Gobierno de Navarra y el cuatripartito en general, que a la par que compadrea con los ongietorris o directamente los apoya considera una intolerable exaltación del franquismo un memorial funerario. De entrada aquí nadie hace desfiles con fotos de Franco, ni manifestaciones con imágenes de Queipo de Llano. Si las hubiera, no obstante, el equivalente del Gobierno de Navarra respecto a su actitud con los ongietorris sería no hacer nada y decir que “no los comparte”. Por el contrario, respecto al franquismo, que es un asunto finiquitado hace 40 años, no se tolera ni el más mínimo vestigio arquitectónico, no digamos ya una manifestación profranquista, que por otro lado no había nadie para seguirla. ¿Por qué no vemos ese mismo celo a la hora de reprimir la más mínima exaltación de los criminales de ETA? ¿Acaso es que no son tan antietarras como antifranquistas?
X
Cuando alguien muere, se cierran las causas contra él
Por lo demás, desenterrar franquistas, desenterrar etarras o desenterrar chequistas resulta totalmente absurdo a estas alturas. Por lo menos para gente que no tiene que probar nada y menos aún cuando viene exigido por gente o que sí tiene mucho que probar ahora o que tiene su propio pasado. Dejen reposar a la gente en paz en sus tumbas. Se es bueno o malo mientras se está vivo. Los cadáveres sólo son eso y solía ser un acto humanitario y piadoso enterrarlos y dejarlos tranquilos.
X
La exaltación de los etarras condenados va a más y se normaliza con el gobierno del cambio
Los datos del Observatorio de la Radicalidad de COVITE resultan bastante expresivos a este respecto. A fin de cuentas, parece lógico que la llegada de los radicales al gobierno tenga un reflejo en la proliferación de este tipo de actos. Según los datos de este Observatorio, en 2016 en Navarra no se reflejan actos de este tipo, en 2017 se anotaron 16, y en 2018, estando todavía en septiembre, ya llevamos 48. Pero el problema es Franco y qué hacemos con los Caídos.
x
x
Del etarra, como del cerdo, se aprovecha todo
Una vez más conviene señalar, además, que todos estos “txabales” y no tan chavales a los que se les bailan aurreskus no son más que carne de cañón para aquellos que lamentan entre aspavientos sus apoteósicos sufrimientos. Los que más se solidarizan aparentemente con el sufrimiento de los “chavales” son exactamente los mismos que les han empujado a la violencia y a la cárcel. Los que lamentan su sufrimiento y quienes lo provocan son en definitiva los mismos. Los “txabales”, sin restar un ápice de responsabilidad personal a sus actos, son sin embargo, de entre toda la masa a la que se propone como modelos a los machacas que los precedieron, los más brutos y los más tontos. Seguramente también los más necesitados de aprobación exterior y de encontrar un sentido a su lamentable existencia. Primero se les utiliza para lanzar cócteles Molotov a la policía, para dar palizas, para hacer pintadas, en su día para pegar tiros en la nuca… hasta que son detenidos, momento en que se les sigue utilizando para victimizarlos y hacer propaganda con ellos, provocando deliberadamente un empeoramiento de su situación penitenciaria si ello resulta intersesante desde el punto de vista propagandístico. De los “txabales”, como de los cerdos, se aprovecha todo con fines políticos. Conste que el que los valora como cerdos es el que los utiliza como a tales y no quienes lo denunciamos.
X
x