Comunicado oficial del PSOE el día que murió Franco. Perdón, Castro

Para tener alguna legitimidad moral a la hora de hablar de dictadores, es conveniente mostrar una misma vara de medir respecto a todas las dictaduras. Obviamente no es el caso de Podemos, IU o Bildu, cuyos líderes han expresado mensajes respecto a la dictadura comunista de Cuba y la figura de Fidel Castro que ellos mismos tacharían de intolerables si se expresaran en los mismos términos respecto al franquismo y a Franco.

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Para ser justos, cabe recordar que al fallecimiento de Castro hasta Mariano Rajoy escribió un tuit expresando «Mis condolencias al Gobierno y autoridades cubanas por el fallecimiento del expresidente Fidel Castro, una figura de calado histórico». Gallegueando en el peor sentido de la palabra, al expresidente hay que leerle muy entre líneas para adivinar si sólo le da el pésame al gobierno cubano, pero no al pueblo, y si cuando dice que Castro fue una figura de calado histórico se refiere a que fue como Hitler, Stalin o Vlad III el empalador, figuras todas ellas también de induable calado histórico.

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Irónicamente, uno de los pocos que, con todos sus defectos, se atrevió a decir lo que había que decir y al que no hay que leer entre líneas (después la gente se pregunta cómo puede llegar a presidente alguien al que se le concede este monopolio) fue Donald Trump, tildando de “brutal dictador” , lo que fue, al tirano comunista cubano.

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¿Se puede condenar a Franco y alabar a Castro?

Decíamos que frente a los dictadores es importante mantener una misma vara de medir, si se quiere tener alguna legitimidad moral para condenar dictaduras o sacar muertos de las tumbas, porque si no queda en evidencia que lo que a uno le molesta realmente no es en absoluto la dictadura, o los crímenes de la dictadura, sino nada más que el color de la dictadura. La hemeroteca de la izquierda resulta a este respecto devastadora.

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