Jueves 28 de junio de 2018. Armando Cuenca, alias Spiderman, concejal delegado de Ecología Urbana y Movilidad del Ayuntamiento de Pamplona, presentaba una campaña titulada “Navarra por los retornables”, auspiciada por el propio Ayuntamiento, Greenpeace, Traperos de Emaús, Retorna, Recircula, Acción clima y Ekologistak Martxan. La campaña era una prueba piloto consistente en la instalación de una máquina de recogida selectiva de residuos, en alguna de las zonas en las que se suele concentrar el público a disfrutar los fuegos artificiales, con la peculiaridad de que la máquina pagaba un precio por los residuos que se depositaban. El lugar elegido para la presentación, como curiosidad, fue Geltoki, el espacio de progreso en que se ha convertido la antigua estación de autobuses y desde el que, pro ejemplo, se sacó una ikurriña al paso de la última manifestación en contra de la imposición del vascuence. Por consiguiente, tanto por el lugar, como por los padrinos, como por el objeto de la campaña, nos encontramos ante una especie de apoteosis del pensamiento de progreso y sus proyectos.
x
X
Tras los Sanfermines, una vez acabada la prueba, los organizadores no dudaron en calificar como un “exito” el resultado de la inciativa, avalada por la cifra de 2.600 envases recogidos. Andoni Uriarte, de Recircula, declaraba que «los resultados han sido incluso mejores de lo esperado». Y que «Debemos tratar de extrapolar el proyecto al resto de Navarra para que la gente sepa que los envases retornables son el futuro y para que la Comunidad foral siga siendo la punta de lanza en materia de reciclaje».
x
X
Ahí quedó el asunto hasta ayer, en que la información publicada y los vídeos aportados como prueba apuntan a que toda la campaña fue un fraude.
X
Concretamente, Crónica Global publica unos vídeos a pie de calle en los que se observa a los integrantes de Retorna y Recircula sacando envases de la máquina para a continuación distrubuir esos mismos envases entre varias personas para que vuelvan a introducirlos en la máquina. Eusebio Martínez de la Casa, presidente y fundador de la plataforma medioambiental Recircula, es quien en el vídeo introduce los envases en una bolsa, Dani Gálvez quien los extrae de la máquina y César Sánchez quien trae la bolsa. Estos dos últimos pertenecen a Retorna, una ONG medioambiental creada en 2010 cuyo principal objetivo es defender el modelo de reciclaje SDDR (Sistema de Depósito, Devolución y Retorno ) que inspira la máquina.
X
https://www.youtube.com/watch?time_continue=85&v=MjbMsj9nO4k
x
Otro vídeo muestra cómo una persona con un carro de la compra lleno entrega cerca de 40 envases al citado Dani Gálvez, quien los introduce en una bolsa de plástico sin pasarlo por la máquina. Después se ve cómo los organizadores pagan directamente a esa persona (no la máquina) por los envases. Y ya en la última grabación, ese mismo hombre, que lleva consigo su inseparable carrito rojo de la compra, vuelve a entregar más de 40 envases al representante de Retorna. Las normas de la prueba, además, estipulaban un límite máximo de 10 envases por persona.
x
https://www.youtube.com/watch?time_continue=60&v=dxWu-CaRKMo
X
En el ámbito de las certezas respecto a este caso, parece claro que el resultado de la campaña y las cifras aportadas son completamente falsos y el “éxito” de la campaña, por tanto, queda vaporizado. Desde luego no parece lógico dedicarse a inflar unos resultados si ya estaban siendo exitosos sin necesidad de hacer trampas. En cuanto al ámbito de las dudas que suscita lo sucedido, cabría preguntarse si estamos ante el caso de unos creyentes para los que la causa ecologista justifica los medios para impulsarla, incluyendo la mentira, o si tras al actividad de todas estas personas, sus organizaciones y el despliegue de las máquinas subyace algún tipo de interés económico. Cabe preguntarse también si las malas mañas de estas personas se ciñen a este caso o si, como suele ser propio de las personas que utilizan malas mañas, se trata de una práctica que afecta a todo lo que tocan en el seno de sus organizaciones estas personas. Parece inevitable que el concejal Spiderman tenga que ofrecer alguna explicación respecto a todo este caso, en Geltoki, en el Gaztexe Maravillas o donde la parezca oportuno.
x