El presidente de la Comunidad Foral de Navarra y el nuevo titular al frente de la CAV, Patxi López, se reunían en Pamplona el pasado mes de julio. Entre los asuntos a los que se refirió la delegación de la CAV en aquel encuentro, una partida de 1,8 millones de euros entregada por el anterior gobierno nacionalista a las ikastolas navarras. La partida correspondía al año 2009, no había sido publicada en el boletín de la CAV y tampoco había sido concedida mediante concurso. No es la primera vez que se revela este tipo de “opacidad” a la hora de financiar las ikastolas navarras desde la CAV, denunciada en su día incluso por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas.
Este tipo de transferencias, no obstante su poca claridad, al ser descubiertas han sido sistemáticamente justificadas a través de las amplias potestades del gobierno de la CAV para financiar el vascuence. Pero según se desprende de los hallazgos del Departamento de Educación en los libros de texto de las ikastolas navarras, parece que esos millones de euros pagados por la CAV han tenido algún otro efecto real aparte del de estimular presuntamente el vascuence. Como el de diluir totalmente la frontera entre Navarra y la CAV en los mapas que estudian los niños de Navarra.