Diversas asociaciones feministas proponen que estos Sanfermines las mujeres vistan camisetas de color negro en vez del blanco habitual, para denunciar la sentencia contra la manada. No sólo la sentencia contra la manada, porque las protestas feministas no suelen tener un objeto puntual sino que la protesta concreta incluye un repertorio de denuncias y afirmaciones a las que la protesta puntual sirve de altavoz. Así, por ejemplo, en las últimas horas se han popularizado en las redes sociales diversos hastag con el lema común de boicotear los Sanfermines, al punto que algunos colectivos feministas navarros y el propio Ayuntamiento han decidido hacer pública su oposición desmarcándose de la iniciativa.
X
Así, el Ayuntamiento de Pamplona ha rechazado que las mujeres tengan que vestir camisetas negras o que las mujeres abandonen la fiesta sino que, por el contrario, la llenen y no cedan espacios. También se han manifestado contra la propuesta diversos colectivos feministas navarros, como Lunes Lilas, cuya portavoz, Tere Sáez, rechazaba las camisetas negras pero proponía en cambio el uso de pañuelos morados. ¿Por qué camisetas distintas no y pañuelos sí? La lógica del razonamiento de Tere Sáez parece una tanto oscura, aunque Tere Sáez es diputada de Podemos y el morado es el color corporativo de dicha formación.
X
De todos modos resulta extraño que el boicot feminista a los Sanfermines haya encontrado abundante respaldo entre todos los colectivos feministas menos los relacionados con Navarra. ¿Apoyarían los colectivos feministas navarros un boicot en Cuenca? ¿Rechazarían los colectivos feministas de Cuenca ese boicot? ¿Cuál es la lógica, si la hay, de estos boicots y los colectivos que los apoyan?
X
La hiperpolitización de todo
Determinadas causas, como el nacionalismo, pero ahora también el feminismo, tienden a hiperpolitizarlo todo. No puede haber una fiesta, una carrera o un concierto sin banderas, sin pancartas y sin fotos de presos. Al que se opone se le hostiga. El que simplemente quiere divertirse o celebrar un evento se pliega a la politización porque la alternativa es entrar en conflicto con sus vecinos en vez de divertirse y celebrar el evento con ellos, que era lo que nada más pretendía. Con el tiempo, para los más jóvenes, la idea del estado opresor y cruel con los presos, la presencia de la ikurriña o la estelada, la ausencia de la bandera nacional, pasan a formar parte natural del paisaje y se asimilan por contemplación. Da igual la causa, lo relevante es la técnica, que lo mismo que el nacionalismo la puede adoptar el feminismo o cualquier otra ideología. En estos momentos, no obstante, parece bastante claro que feminismo y nacionalismo compiten por hiperpolitizar los espacios públicos, generalmente en buena armonía salvo en el caso que nos ocupa. En este sentido interesa agudizar la conciencia de que toda la simbología que puebla el paisaje urbano no es natural ni un reflejo del sentir de la población, sino que es una técnica totalmente artificial que no tiene como fin reflejar las ideas de la gente sino determinarlas.
X
Es posible que este año los colores de los Sanfermines sigan siendo los tradicionales, pero resulta significativa la simple osadía de pretender cambiarlos por otros a toque de corneta. Si alguien consiguiera que estos Sanfermines todas las mujeres vistieran de negro, de hecho, la reflexión no sería qué concienciadas están las mujeres de la lucha por sus derechos, sino qué poder sobre las mujeres tiene el que ha propuesto la iniciativa.
2 respuestas
Este año, entre la manada sevillana, la manada alsasuarra, lo del 78 y Sanjurjo, nos esperan unos sanfermines de lo más apsionantes
En uno de los manuales de la KOMINTERN (la Internacional Comunista creada por Lenin) puede leerse lo siguiente: “Dado que el “pueblo” es incapaz de hacer la revolución por sí mismo, corresponde al Partido preparar la toma del poder día a día con el fin de completarla tan pronto se den las condiciones propicias para ello… Para asaltar el poder es necesaria una degradación previa, constante y progresiva del tejido social. Una ocupación creciente de pequeños puntos que vayan extendiéndose como la gangrena. El objetivo es convertir una sociedad sana, fuerte e inexpugnable en un cuerpo enfermo, cansado y sin ánimos de resistir… Entre las principales actividades legales para asaltar el poder se encuentra la infiltración de miembros del Partido en organizaciones no-partidistas con el fin de utilizarlas para ejercer influencia a favor de la subversión… Los objetivos de infiltración más importantes tendrán como destino los sindicatos, la función pública, el gobierno, el ejército, los medios de comunicación y las asociaciones civiles, científicas y religiosas. El objetivo último es poner a todos ellos al servicio de la intriga”.
El que crea que estos movimientos actuales, llenos de gente tan rencorosa como indocumentada son capaces de inventar algo, que salga ya de su error. Menuda «modernez». Eso sí, capacidad para destruir y hacer daño, toda.