Las pancartas de la Federación de Peñas

Dibujar las pancartas de las peñas no debe ser muy difícil, porque predecirlas tampoco lo es. En este sentido un año más las pancartas siguen sin sorprender.

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Sanfermines del 78.

Ikurriñas.

Presos de ETA.

Mapas de Navarra anexionada a la CAV.

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Sólo con esto ya tenemos el 50% de los contenidos. Escasas sorpresas también con los contenidos de mayor actualidad, totalmente previsibles también tanto en cuanto a su elección como en cuanto a su tratamiento.

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La manada.

Los “chavales” de Alsasua.

El golpe en Cataluña.

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¿Criticas al poder? Ni una. Uxue Barcos no aparece en ni una pancarta. El grado de crítica a Uxue Barcos en las apesebradas pancartas de las peñas es equivalente al que recibe Kim Jong Un en Corea del Norte. Un año más todas las críticas son contra Esparza, Rajoy, Trump o Ana Beltrán (caricaturizada haciendo el saludo nazi), pero no aparecen Ainhoa Aznárez, Laura Pérez, Nuin, Koldo Martínez… ¿en serio no se les ocurre ninguna crítica contra todos estos personajes? Los miembros de las peñas, ¿qué ven, qué leen? En el caso de Oroz tampoco nos vamos a sorprender. No critica a Barcos en todo el año en su viñeta del Diario de Navarra, ¿la va a criticar en la pancarta de una peña? Aparte de la ausencia de Barcos, otra ausencia llamativa es la del propio San Fermín, que quizá mejor, adivinando lo que podría salir.

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Resulta paradójico que los colectivos supuestamente populares, radicales y antisistema presuman de librepensamiento, discurso crítico, y actitud anticonvencional para después resultar tan sumisos al alcalde, a la presidenta del gobierno, a la consejera de interior, a la presidenta del Parlamento, al consejero de Hacienda, al vicepresidente económico… ¿Cómo se le llama a no ser capaz de hacer ninguna crítica a los que ocupan el poder? ¿Qué tipo de librepensamiento es el incapaz de mostrarse jamás autocrítico? Y la pancarta de la Rochapea, ¿de verdad es antitaurina? ¿Pero antitaurina renunciando a ir a los toros o antitaurina de seguir acudiendo puntualmente a la plaza?

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Evidentemente las pancartas de las peñas, otro año más, no reflejan la pluralidad de la sociedad navarra, sino sólo a ese 25% nacionalista y a ese 25% de populistas a la izquierda del PSN. Las subvenciones y las entradas para los toros las pagamos todos, pero las pancartas sólo reflejan las ideas del 50% y las críticas sólo se producen en un mismo sentido. La única crítica a los nuevos gobernantes (ya no tan nuevos) se limita a la aparición de Spiderman a modo de caganer en la pancarta de Los del Bronce. Armando Cuenca debería preguntarse qué está haciendo tan mal como para ser la excepción que confirma la regla.

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Difícil no reparar en que, cuando se derogó la “doctrina Parot”, salieron a la calle de golpe decenas de violadores (varios de los cuales han vuelto a reincidir) y nadie dijo nada en ninguna pancarta, ni criticó a la justicia europea, porque en el pack de beneficiados por la derogación, además de los violadores, iba un buen grupo de etarras. De hecho, se pueden encontrar este año pancartas que se quejan por la sentencia contra la manada y piden dureza mientras en cambio piden amnistía para la manada de presos etarras. A lo mejor es algún tipo de oscuro mecanismo compensatorio.

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Nos podemos poner a escribir ya la previsible crítica a las pancartas del año que viene, que previsiblemente serán iguales un año más. ¿O alguien se imagina una crítica al nacionalismo en las pancartas de la peñas? Si las pancartas son ahora iguales que cuando el nacionalismo estaba en la oposición, serán iguales el año que viene incluso si pierde el poder. El problema cuando no puedes más que apoyar constantemente unas siglas es que deja de ser interesante lo que dices. No eres libre más que de apoyarlas. Te conviertes en un lorito. En un robot. O sea, en un lacayo que no necesita pilas. Sólo tiene sentido discutir con el programador.

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