Comptos certifica los dinerales que las ikastolas (privadas) se llevan de los ayuntamientos nacionalistas

En noviembre de 2017 se registraron en la Cámara de Comptos cuatro peticiones parlamentarias de la Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra, a instancias de los grupos parlamentarios Unión del Pueblo Navarro y Partido Socialista de Navarra, para realizar un informe de fiscalización sobre determinados gastos de algunos ayuntamientos en relación a las ikastolas situadas en sus municipios, incluyendo todo tipo de pagos y cesiones de suelo y edificios públicos. La Cámara de Comptos ha emitido ya este informe que concretamente analiza las aportaciones a las ikastolas de los Ayuntamientos de Vera, Viana, Alsasua y Baztán.

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La venda antes que la herida

En cuanto se inicia la lectura del informe de Comptos se deduce que, efectivamente, hay materia de análisis. La razón es que Comptos pone la venda antes de la herida y, citando otro informe de de la Cámara sobre la enseñanza no universitaria en centro privados financiados con fondos públicos, señala que constan 19 cesiones a 11 de los 66 centros concertados en Navarra, y que en el periodo 2012-2016, 26 ayuntamientos aportaron un total de 2,11 millones de euros a 34 centros concertados. En definitiva, Comptos concluye el informe antes de empezarlo subrayando que “tanto las cesiones como las ayudas económicas que vamos a analizar no son una excepción”. Veremos al final, al sumar todas las cantidades, si por su cuantía la suma pagada sólo por estos cuatro ayuntamientos resulta o no excepcional, en todo caso ustedes mismos podrán juzgar la situación.

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Cuantificar y analizar la legalidad

El objeto del informe de Comptos, como se ha señalado, era cuantificar los gastos corrientes y de inversión asumidos por los ayuntamientos de las ikastolas solicitadas, así como las ayudas directas otorgadas en su caso por los entes locales a estos centros educativos en los últimos seis años (2012-2017), determinando además las cesiones de suelo público y locales municipales que se les hubieran realizado, pero no sólo eso: también era una encomienda del informe valorar la legalidad de las actuaciones anteriores. Ya les anticipamos que Comptos, más allá de realizar algunas recomendaciones, considera legales (otra cosa es que sean discutibles) esas aportaciones. He aquí los resultados de la aportación a las ikastolas de cada ayuntamiento fiscalizado.

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AYUNTAMIENTO DE BERA-LABIAGA IKASTOLA

En Vera existen un colegio público y dos colegios concertados que son Labiaga Ikastola, que imparte el ciclo de educación infantil, primaria y primer ciclo de secundaria, y el Colegio Sagrado Corazón que oferta educación infantil y primaria. En el colegio público y en la ikastola la enseñanza se imparte en vascuence y en el otro centro concertado en castellano. Labiaga Ikastola desarrolla la actividad citada en dos edificios. El pleno del ayuntamiento acordó la cesión a la ikastola de uno de ellos en 1982, si bien ésta lo venía utilizando con anterioridad; el otro edificio lo construyó la ikastola en una parcela de 5.289 m2 cedida por el ayuntamiento en 1996 por un plazo de 50 años. Ambas cesiones son gratuitas, si bien, en el segundo caso, cuando pasen los 50 años mencionados, el edificio construido por la ikastola pasará a ser propiedad del ayuntamiento sin indemnización alguna. En los últimos seis años (2012-2017) los gastos de Labiaga Ikastola asumidos por el ayuntamiento han ascendido aproximadamente a 300.000 euros según el siguiente detalle:

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AYUNTAMIENTO DE VIANA-ERENTZUN IKASTOLA Y FUNDACIÓN ERENTZUN

En Viana existe un colegio concertado que es Erentzun Ikastola. Además, a finales de 2007, la Asociación de Padres y Madres de Alumnos de la ikastola junto con la propia ikastola constituyeron la Fundación Erentzun con el fin de “… promover, realizar, organizar, apoyar, estimular y financiar todo tipo de actividades en pro del euskera y de la cultura vasca, de su conocimiento, práctica, enseñanza, desarrollo, transmisión y difusión…”. Las ayudas otorgadas por el ayuntamiento a estos dos entes en los últimos seis años, por un montante de unos 145.000 euros, han sido las que se detallan a continuación:

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AYUNTAMIENTO DE ALSASUA-IÑIGO ARITZA IKASTOLA

En Alsasua existen dos centros concertados que son Iñigo Aritza Ikastola y el Colegio Sagrado Corazón de Jesús. En ambos colegios se imparten los ciclos de educación infantil, primaria y secundaria. La ikastola imparte esa enseñanza en dos edificios separados construidos sobre suelo cedido por el ayuntamiento. Un terreno está cedido desde 2007 por un plazo de 50 años prorrogable hasta 99; el canon que abona la ikastola al ayuntamiento ronda los 1.000 euros anuales (cantidad variable según el IPC). La cesión del suelo del otro edificio con una superficie de 20.000 m2 se produjo en 1977 y en este caso es gratuita. Además de lo anterior, en el periodo comprendido entre el curso 1974-1975 y 2007, la ikastola ocupó tres edificios municipales (no simultáneamente) de forma gratuita para la impartición del ciclo de educación infantil. Nótese por las fechas, aunque esto lógicamente no lo señala Comptos, que contra lo que se suele decir las ikastolas no sólo existían sino que recibían ayuda pública ya en el franquismo. A partir de 2007, el edificio revierte al ayuntamiento ya que este le cede el suelo citado en el párrafo anterior. Los gastos de la ikastola financiados por el ayuntamiento en los últimos seis años ascienden a 240.000 euros según el siguiente detalle:

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La ikastola, según recoge el informe, también percibe ayudas de otros ayuntamientos cuyos niños están matriculados en Alsasua, habiéndose recogido las siguientes cantidades, que rondan los 520.000 euros, para el periodo 2012-2016:

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AYUNTAMIENTO DE BAZTAN-BAZTAN IKASTOLA

La Cámara de Comptos emitió un informe en mayo de 2016 sobre el ejercicio 2014 correspondiente al Ayuntamiento de Baztan en el que se incluía el análisis de la Ikastola de Baztan. Este informe describía que Baztan Ikastola es un organismo autónomo municipal creado por el Ayuntamiento de Baztan en 1983 para impartir enseñanza en vascuence en los niveles de educación infantil y primaria. Es la única ikastola pública municipal en Navarra y no pertenece a la red de centros concertados de la Comunidad Foral, si bien percibe subvención del Departamento de Educación del Gobierno a través de un convenio regulador formalizado en 2015, por el mismo importe del módulo abonado a los centros concertados. Dado que es un organismo autónomo, la ikastola tiene su propio presupuesto; a pesar de ello, algunas de sus facturas relacionadas con limpieza, calefacción o luz constan a nombre del ayuntamiento, y este las aprueba, contabiliza y abona en el capítulo 4 de gastos como una transferencia a la ikastola, si bien a partir del ejercicio 2017 se contabilizan en el capítulo 2. El citado informe de la Cámara recomendaba que el titular de las facturas fuera la ikastola, y que posteriormente estos documentos se presentaran ante el ayuntamiento para que los financiara. La Cámara verifica a este respecto que el ayuntamiento no ha cumplido con estas recomendaciones y que la situación sigue siendo la descrita en el informe de la Cámara de mayo de 2016. Los gastos incluidos en el presupuesto de gastos del ayuntamiento correspondientes a la ikastola en el periodo 2012-2016 superan los 225.000 euros:

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Mucho dinero para las ikastolas. Un modelo dopado con dinero público frente a los demás centros

A la vista de todo lo anterior, resulta bastante evidente que los ayuntamientos fiscalizados han prestado una enorme ayuda a las ikastolas de sus respectivos municipios, acaso desproporcionada por más que legal. Reseñábamos al principio que Comptos, tratando de situar todas estas aportaciones en un marco de normalidad, señalaba que en el periodo 2012-2016, hubo 26 ayuntamientos que aportaron un total de 2,11 millones de euros a 34 centros concertados. En este informe, analizando sólo las ayudas a 4 ikastolas, sumamos una cifra de más de 1,3 millones, dejando aparte cesiones de suelo y locales. Al margen de que sea mucho dinero, sin duda se pueden concluir al menos dos cosas de todo lo visto. En primer lugar que el nacionalismo concede una importancia capital a la educación y las ikastolas como elemento de construcción nacional, y que esa importancia tiene inmediato reflejo en los presupuestos públicos que manejan. En segundo lugar, que se observa una notable hipocresía a la hora de criticar los apoyos a la educación privada-concertada cuando, incluso siendo menor en cuantía, beneficia a centros que no aportan mucho al nacionalismo en términos de construcción nacional.