¿Rescatadores o negreros?

Un barco con 629 inmigrantes no es un problema. El problema es un barco todos los días. O veinte barcos todos los días. Si dices “sí” a la entrada de un barco un día, pero dices “no” a la entrada de 1.000 barcos los otros 364 días del año, lo del barco que dejas entrar no es solidaridad, es propaganda: fijaos qué solidario soy, o fijaos que malos son los que cuestionan mi gesto. La pregunta por tanto no es si nos parece bien que venga a España un barco con 629 inmigrantes, sino si nos parece bien que vengan todos los inmigrantes que quieran. Si la respuesta es “no”, somos unos hipócritas; si la respuesta es “sí”, a lo mejor no tenemos una idea clara del alcance del problema.

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Crearles una autopista a las mafias

Para empezar, tengamos en cuenta que traer inmigrantes a Europa es un negocio. A los inmigrantes que vienen en todos esos barcos se les cobra un precio que cobran unas mafias. No estamos exagerando cuando hablamos de negreros. Interesa también señalar que casi todos los “rescates” se llevan a cabo frente a las costas africanas. Sin embargo, “rescate” es trasladar a los rescatados al puerto más cercano, que sería un puerto de la costa africana. Llevarlos hasta un puerto europeo mucho más lejano, no digamos hasta España si sales de Libia, ya no es un rescate sino un transporte. Las mafias, por cierto, no podrían cobrar por un rescate, pero sí por un transporte. La mejor parte para las mafias es que ni siquiera tienen que hacer el transporte, se lo hacemos nosotros. Es un negocio tan bueno que no puede dejar de crecer de año en año.

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Impacto sobre el mercado laboral

Aunque aplicado al mercado laboral puede resultar excesivo el término de “negreros”, lo cierto es que importar decenas de miles, cientos de miles o millones de trabajadores que conforman una enorme masa parada de mano de obra no cualificada también tiene una relación con ese término de negreros. Es decir, importando mano de obra no cualificada sin empleo, indudablemente se presiona a la baja los salarios. Ya de por sí los trabajos que no requieren cualificación están mal pagados, no digamos si traemos millones de trabajadores no cualificados a pujar a la baja por esos empleos. Si fuéramos empresarios sin escrúpulos de un negocio que emplea mano de obra no cualificada, estaríamos encantados con que vinieran más y más barcos. Si nos quejamos de la tasa de paro y los salarios bajos, seamos conscientes de que el problema empeora importando barcos y barcos llenos de trabajadores no cualificados. Alguien podría sugerir que esto se arreglaría imponiendo un salario mínimo de 1.000 euros, por ejemplo. Pero, al menos fuera de la economía sumergida, ¿cuántos trabajadores no cualificados se pueden emplear que generen al menos 1.000 euros de productividad con su trabajo?

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Impacto sobre los servicios públicos universales

Que todos los inmigrantes que llegan a España no van a tener trabajo es un hecho, pero en cambio es un hecho que van a tener sanidad pública gratuita, por ejemplo. Eso hay que pagarlo. Aquí volvemos a la pregunta inicial de si a lo que estamos dispuestos es a que venga un barco o a que vengan todos los barcos que quieran. Si es lo segundo, la sanidad pública podría colapsar en cuestión de meses, o al menos ver drásticamente reducida su calidad. Es obvio que si la sanidad la tienen que pagar el mismo número de contribuyentes, pero tiene que atender a cientos de miles más de pacientes, no digamos millones si aceptamos todos los barcos, hay muchos más usuarios para los mismos recursos.

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Conflictividad e inseguridad

Cabría mencionar también el hecho de que importar de forma no escalonada cientos de miles o millones de inmigrantes impide que se puedan adaptar ordenadamente a la sociedad de acogida. Si no se adaptan se crean guetos. Y los guetos significan conflictividad, inadaptación, inseguridad, delincuencia. Por no mencionar la multiplicación del peligro islámico en términos de terrorismo.

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Prohibido dudar

Hemos generado una situación en la que si alguien dice que aceptar indiscriminadamente la llegada de barcos llenos de inmigrantes es un error, o por lo menos plantea una serie de problemas de los que debemos ser conscientes, automáticamente se convierte en un ser inhumano y abyecto. Y claro, nadie quiere ser tachado de inhumano y abyecto. El problema es que estamos tratando de arreglar los problemas de la inmigración en el punto de destino, cuando a lo mejor deberíamos tratarlo en origen, salvo que estemos dispuestos a acoger a varios cientos de millones de refugiados.