Otras virtudes tendrán, pero los comunistas no saben hacer elecciones emocionantes. Todo salió según el guión y el líder supremo, Pablo Iglesias, aprobó su pabliscito, palaceteréndum o lo que fuera en los términos previstos: participación de 188.000 inscritos y 68% de apoyo. ¿Alguien pensó que podía haber salido algo distinto?
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De este modo, la mayoría de la base podemita respondió afirmativamente a la pregunta de si los inscritos obedecen las órdenes del líder a toque de corneta. Por si quedaba alguna duda.
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Dudas, sin embargo, puede suscitar el procedimiento de votación empleado. Todo es virtual. Todo es cibernético. La gente se registra tres veces y vota siete con cada registro, como han hecho algunos periodistas y blogueros. Dicen que después la informática lo corrige todo. Así y todo un 32% de los inscritos-militantes o lo que sean han votado a favor de la dimisión del líder supremo. Han considerado una traición la mudanza al casoploncio. Si las bases del PDECAT votaran sobre Pujol, ¿habría más de un 32% que votarían en contra? No está tan claro que Pablo Iglesias haya cosechado un rotundo éxito. ¿Y fuera del partido? ¿Qué piensan los votantes? ¿No habrá más de un 32% de votantes podemitas desencantados? ¿Un 32% no es ya mucho?
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Como es lógico, Podemos ya no va a poder criticar a nadie por su coche, su reloj, su casa, su yate o su piscina. Atrás quedaron los tiempos de criticar a los ricos. A partir de ahora todo miembro de Podemos sepa que puede comprarse el coche más caro del concesionario, la casa más grande, la pulsera con más kilates. ¿O va a haber una norma para Pablo e Irene y otra para el resto? De hecho, el miembro de Podemos que tenga un palacete convierte al que tiene un pisito en un pringado. ¿No votaba uno a Podemos para acabar con las desigualdades? Pues no sólo no han acabado con las desigualdades fuera del partido, sino que ahora se ha bendecido la desigualdad hasta de puertas para adentro. Que Podemos eran los de abajo ya es historia. Dentro de Podemos ya hay un arriba y un abajo y tú estás abajo.
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Que el líder haga lo que le plazca
El mensaje que los inscritos han mandado a su líder, no obstante, parece bastante claro. Los inscritos le han dicho a Pablo Iglesias que puede ser incoherente, que puede predicar una cosa en público y hacer lo contrario en privado. Que los principios del comunismo se pueden vender por un chalet. Que entre el líder y los principios, los inscritos eligen al líder. Que para la próxima vez, ya sabe todo el mundo que las bases podemitas le dan a su líder carta blanca para hacer lo que quiera. Que la crítica es una cosa que sólo se practica de puertas para afuera. Que la ejemplaridad es una cosa que sólo se les exige a los demás. El líder ha salido reforzado y las bases debilitadas. Puedo hacer lo que quiera y mi gente me apoya: seguro que el líder ha tomado buena nota. Mientras los niños españoles mueren de hambre en las calles, ¿qué mejor lugar que la cubierta de un yate para que un comunista piense en las soluciones? Bueno, puede que esto segundo sea mentira, pero no pasa nada porque puede que lo primero también.
Un comentario
Esperemos a ver si sus votantes se pronuncian en el mismo sentido o no.