Un año más un jurado de expertos absolutamente objetivos, absolutamente cualificados y absolutamente al margen de la opinión pública, ha elegido de entre todos los carteles presentados a concurso un ramillete de ocho finalistas. Los pamplonicas ahora pueden escoger, sí, pero sólo entre esta preselección.
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Tras la publicación de los carteles no han faltado las tradicionales quejas en las redes sociales incluyendo la de que este año en ningún cartel aparece la imagen del Santo. Efectivamente la ausencia del santo en todos los carteles preseleccionados resultaría un suceso bastante llamativo. ¿Casualidad? ¿No habrían encontrado los miembros del comité de expertos ni un cartel digno de ser preseleccionable el cual contuviera la imagen del Santo? ¿Qué es lo próximo? ¿Quitar también los toros? ¿Los pañuelos rojos? ¿Queda algo en los Sanfermines que no sea políticamente incorrecto?
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La afirmación de que el Santo no aparece en ningún cartel no es sin embargo del todo exacta. En al menos un cartel aparece y puede que hasta en dos (examinen detenidamente las fotos ampliadas al final del articulo). Puede parecer poco pero el hecho es que en la mayoría de los carteles de los últimos 20 años no aparece la imagen del Santo, incluyendo las obres de algunos autores escasamente sospechosos, claro que al menos aparece el nombre de San Fermín. Es más, que figure el nombre de San Fermín en el cartel no es una opción (aunque hay quien pretende cambiar el nombre por Semana Grande de Pamplona) sino una de las bases del concurso:
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“Llevará el siguiente texto: Pamplona/Iruña San Fermin 2018”.
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Dicho todo lo anterior, tras un primer vistazo a los ocho carteles seleccionados, muchas personas acaso habrán pensado, otro año más, que el cartel que me hubiera enamorado a primera vista ha debido qyedar por lo visto el noveno. En cualquier caso esto es lo que hay y la elección del ganador queda, ahora sí, totalmente en sus manos.
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4 respuestas
¡Que horror!
Muchos dan como miedo.
¡Vaya imagen de Pamplona!
Mejor que no esté S. Fermín. No creo que él lo quisiera.
Puestos a cambiar, que cambien el nombre de la fiesta. De San Fermín a Fiestas de Julio. O Jaias o algo así.
Ahí tenemos otra muestra del imperio de la mediocridad que estamos padeciendo por tierra mar y aire. Pero siempre habrá quien los jalee.
What the fuck are you talking about?
¿De qué cueva habéis salido?