Lo ocurrido en Barañáin contrasta vivamente con lo sucedido el pasado sábado, cuando un grupo de alborotadores se concentró junto al Parlamento para insultar a todos los representantes de la soberanía popular navarra, excepto curiosamente a los de Nafarroa Bai. El piquete en cuestión ostentaba una pancarta en la que se leía “no al fraude electoral”. Zabaleta bendijo la actitud de este grupo, que lanzaba insultos contra el resto de representantes, al tener el gesto de acercarse para charlar con ellos y darles la mano. Entonces se nos vendió que se trataba de socialistas indignados contra su propio partido. Ahora sabemos que, si eran de Nafarroa Bai, no fueron también a Barañáin a hablar allí de “fraude electoral”; y si eran socialistas, no eran socialistas de Barañáin.