Que se haya celebrado una cena coloquio y se haya presentado un libro este fin de semana no debería ser algo con mayor trascendencia periodística salvo que se trate de un hecho semiclandestino. Que algo sea semiclandestino implica que el tema tratado no es el habitual, o no lo es desde el punto de vista habitual, tanto que ese punto de vista se encuentra perseguido. Que se haya celebrado la conferencia-presentación sin incidentes es por tanto un éxito de la libertad, en esta España supuestamente plural en la que hay una serie de cosas de las que no se puede hablar, salvo que se trate de quemar una foto del jefe del estado o cantar un rap animando al asesinato de políticos del centro-derecha. Podría parecer que exageramos, pero no; lamentablemente no.
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Y es que el acto del que hablamos es la presentación del libro titulado “Cuando nos prohibieron ser mujeres… y os persiguieron por ser hombres”, de Alicia V. Rubio.
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https://www.youtube.com/watch?v=ct__C5pivCI
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El libro, un ejercicio de demolición de los postulados de la ideología de género, fue presentado en una cierta semiclandestinidad por El Club de los Viernes, porque la presentación de este libro o las conferencias de la autora ya han sido objeto de diversos escraches y boicots en distintas ciudades; en Sevilla y Badajoz, por ejemplo (véanse los vídeos). En el Ayuntamiento de San Fernando (Cádiz), Podemos llegó a presentar una moción condenando la presentación del libro. En la Universidad Complutense se suspendió un debate sobre la libertad de expresión en el que participaba la autora; vamos, que la autora demostró su tesis de que no hay libertad de expresión sin necesidad de participar siquiera en el debate. La autora, además, ha sido cesada como jefa de estudios de su instituto y hasta de su marido se ha pedido la destitución. De ahí que la presentación en Pamplona, por lo demás con la sala llena, se pueda y se deba calificar sin exagerar como un éxito de la libertad de expresión.
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3 respuestas
Valientes, testimonios y pruebas los hay. Otra cosa es que no se quieran ver.
Eso sí, a ponerse de perfil e intentar hacerse perdonar la existencia somos unos expertos.
Lo que dice esta señora me parece horrible. No da sus conferencias en catacumbas porque la persigan. Las da allí porque es su espacio natural.
Todo lo que dice esta señora es cierto. Aplaudo su valentía y su forma de pensar. Esta pseudodemocracia es cada vez más falsa.