El Grupo Municipal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona denunció ayer “una campaña de presiones y amenazas contra los comercios que la semana pasada colocaron los carteles críticos con los cambios de tráfico impuestos en el centro de la ciudad”.
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Los regionalistas han explicado que varios comerciantes les han trasladado sus quejas por el hecho de que varias personas organizadas visitaran muchos de estos comercios durante el viernes por la tarde y el sábado. Estas personas, además de mostrar su rechazo a la colocación de los carteles, realizaban comentarios amenazantes sobre la seguridad de los cristales de los escaparates de los locales o sobre posibles problemas en su establecimiento.
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En paralelo, varios perfiles de redes sociales han ido recopilando fotografías de todos los comercios que colocaron el pasado viernes carteles en sus escaparates, una cuestión a la que también aludían las personas que los visitaron durante el fin de semana.
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Todo esto sucede, recuerda UPN, después de que el coordinador de Bildu en Pamplona, Dani Saralegi, señalara a los comercios que habían participado en la campaña como enemigos de la calidad de vida de Alde Zaharra y marionetas derechistas de una campaña orquestada por UPN y el Corte Inglés para generar miedo.
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El resultado es que 24 horas después de haber sido colocados, tras las amenazas, apenas quedaban carteles en los establecimientos.
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¿Y no se ha grabado a ninguno de estos grupos?
Las fuerzas radicales que gobiernan el Ayuntamiento, puesto que son las beneficiarias de estas amenazas, deben reaccionar con contundencia contra ellas. Por un lado desde el frente político, rechazando y condenando absolutamente este tipo de prácticas y a quienes las llevan a cabo. Desde luego queremos pensar que ninguno de los grupos del Ayuntamiento tiene nada que ver con esta campaña de amenazas, pero puesto que los grupos en el poder se benefician de ellas, deben reaccionar con absoluta contundencia para evitar sospechas Por otro lado, habida cuenta de la proliferación de cámaras en toda la zona, resultaría extraño que ninguna haya podido recoger a estos grupos de personas que amenazaban a los comercios. A ver si las cámaras del Ayuntamiento, en esta ciudad, graban cosas que no pasan y no graban cosas que pasan.
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Las dictaduras no son amables
Sea como sea, en Pamplona se está creando una situación por la que los ciudadanos se dividen en dos. Los que están a favor de los grupos que gobiernan en el Ayuntamiento, que pueden hacer y decir lo que quieran sin que les suceda nada, y los ciudadanos que no están a favor del gobierno municipal, que saben que si hacen o dicen algunas cosas les puede suceder algo. Cuando no hay libertad para criticar al que manda hay dictadura, no amabilidad. Y esa dictadura ya es real, en el momento en que en unas horas los carteles han ido desapareciendo de los escaparates de los comercios. Un alcalde o un concejal demócratas sentirían vergüenza de dirigir una ciudad en la que pasa eso cuando se les critica. Acabar con ese tipo de situaciones obviamente es mucho más importante y prioritario que hacer un carril bici o cambiar la parada de una línea de autobús.
7 respuestas
Les parece bien pegar tiros en la nuca y poner bombas en los coches para asesinar personas, ¿Cómo les va a parecer mal que vayan unos matones amenazando a los comerciantes con romperles el escaparate?
Hay cosas que no me cuadran. Esta tarde hemos entrado a tomar un café en uno de esos comercios que han colocado el cartel y nos hemos tenido que ir porque no quedaban mesas libres y eso que era un establecimiento grande.
Me imagino que cualquier cafeteria del resto de Pamplona se vería feliz y contenta con todo ocupado, pero ya sabemos como son algunos comerciantes…..
Los comerciantes siempre se quejan, es su manera de ser. ¿Como pueden hablar de desertizacion? Si en Iruña hay una marcha del kop….
¡¡A mi no me la dan!!
Solo cuando poteo en la plaza del castillo, ahí si que me la meten bien.
La democracia se resquebraja si legaliza partidos totalitarios. En nuestra comunidad esto es patente.
La situación de los comerciantes resbala a quienes han escrito los comentarios 2 y 3. Como obedientes subalternos repiten la consigna del partido: los comerciantes se quejan sin razón. Encima solo se refieren a negocios de hostelería. El comercio, las tiendas son las afectadas. Se sabe que itaroa, la Morea y El corte inglés reciben ahora a los clientes que no pueden acceder al 2º ensanch y lo viejo.
Sr., por decir algo, Alambique, Vd no sabe si a mi me resbalan o no los comerciantes. Simplemente digo lo que ayer vi: un negocio que se queja y que está lleno de clientes.
Por cierto lo que se ha hecho en el Casco Antiguo no es algo exclusivo de Pamplona. Hay unos cuantos barrios en otros lugares, que no son siempre el casco antiguo, que funcionan con sistemas similares.
Que los comerciantes se quejan es por eso está unido a su forma de ser. Si peatonalizan mal, si hacen lo contrario tambien, si hacen parkings lo mismo, molestan las plazas de aparcamiento para que los clientes puedan ver los escaparates tranquilamente, pero si las quitan tambien.
En resumen la idiosincrasia de los comerciantes.
Hay farmacias, cafeterías y fruterías que han puesto los carteles de la desertización. Como si antes de la amabilización los vecinos de etxavacoiz irian a por ibuprofeno a San Nicolas. No me lo creo.
Señor, es un decir, PTV:
Los comerciantes están aportando datos reales de la disminución de ventas. Algunos han tenido que cerrar. Es lógico. Las familias no van de compras al centro en villavesa. Eso lo entiende cualquiera que quiera entenderlo. Ahora bien, si no quiere… no caben muchas conclusiones.
El hecho es que hay unos perjudicados por un plan municipal que no tiene en consideración ni las necesidades y usos de los ciudadanos y que, encima, no aporta ventajas notables.