En el día de ayer, durante la comparecencia de la presidenta del Gobierno de Navarra en al Comisión de Régimen Foral del Parlamento, en la que informaba sobre la renovación del Convenio Económico, se produjo un momento de tensión cuando Araiz y Barcos cuestionaron a qué lado de la mesa estaba UPN durante la negociación, si en el lado de Navarra en el del estado.
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La pulla de Araiz y Barcos hizo mella en Esparza, que en contraprestación aportó un detalle desconocido hasta ahora de la negociación del Convenio, del que tanto presume el cuatripartito.
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Esparza reveló que la firma del Convenio entre el estado central y el Gobierno deNavarra tuvo lugar después de que Barcos, a través de terceros, solicitara la ayuda de UPN. Las palabras exactas de Esparza fueron: “Usted y yo sabemos, señora Barcos, que en un momento determinado, a través de terceros, pidió ayuda y se le dio ayuda para que se firmara antes de final de año”.
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Se saca a la luz así este pequeño pero trascendente episodio tras el que se vislumbra una situación de bloqueo, en la cual el Gobierno de Navarra acaba pidiendo ayuda a UPN para que intercediera ante su socio popular, cosa que UPN hizo echando una mano en interés de Navarra al ejecutivo de Barcos, el cual después se coloca la medalla, le escupe a UPN con desprecio y no sólo esconde que UPN le ayudó a lograr el acuerdo, sino que cuestiona si UPN no estaba posicionada en contra de los intereses de la Comunidad Foral.
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La información no sólo resulta interesante para saber lo que realmente sucedió, sino el talante y la forma de entender la política de los protagonistas de lo que sucedió.
3 respuestas
Pero este comportamiento eusko-nazi no es sorprendente, ¿verdad?
¿Así que también hay mano izquierda y cociditos detrás del escenario entre UPN y Barcos?
Oh sorpresa. ¿Y que esperaba Barcos? ¿Que UPN no lo utilizase y hiciera el favor de forma desinteresada?
Sin embargo, por lo que se nos cuenta parece que no pensaban utilizarlo hasta que les han acusado de estar «al otro lado de la mesa».
¿Y que hay de honesto en no decir que se ha ayudado si ha sido efectivamente así? Dicho de otra manera ¿De qué hubiera servido no mencionar esa «ayuda»?
Son cociditos entre oligarcas, ayudas aquí, favores allá. Luego aparentan ser rivales pero sin hacerse mucho daño… «o lo cuento todo».
¿saben qué? Que ambos se sientan a la misma mesa pero en ese banquete nos devoran a nosotros, a los gobernados.
La lealtad a las personas nunca ha sido una virtud del nazionalismo