Creo que no todos se dan cuenta porque desde dentro hay cosas que no se ven pero los nacionalistas se están haciendo cada vez menos nacionalistas. Cada vez está más claro que el auge del nacionalismo en Navarra y las Vascongadas en los años de la transición fue provocado por un fenómeno de posesión izquierdista, o progre, o como se le quiera llamar de forma que lo que en un principio se vinculaba a ideologías racistas, exclusivistas o de patriotismo radical en el mejor de los casos fue mutando hasta producir el engendro actual. Hoy en día el nacionalismo es una cáscara vacía. Se me objetará que eso pasa con todo. Que también el constitucionalismo hace una cáscara con celebraciones huecas como la del "día del español" o que el navarrismo de UPN es un tanto hueco con su política de foralismo planificado. Pero es que el caso del nacionalismo vasco es muy chocante. Porque el proceso que ha seguido es precisamente el contrario que iba pregonando. En su origen los nacionalistas decidieron levantar un muro racial, cultural, lingüístico, histórico, etc. para proteger la pureza de su querido pueblo vasco. Después ha sucedido lo contrario, que las aguas estancadas del pantano vasco se han corrompido más rápidamente que las aguas circundantes. La realidad es esta: que lo que importa de verdad a los ideólogos nacionalistas no es el nacionalismo sino el internacionalismo, el progresismo, el relativismo, la cultura de la muerte, la destrucción de la familia, la corrosión permanente a toda la tradición católica de cada pueblo. Luego la vida diaria estará llena de cientos de incoherencias, de acuerdo, pero el esquema es el que acabo de decir. Ya casi no quedan nacionalistas de verdad. Lo único que todavía resiste ese apelativo es la política lingüística. Lo demás no es mas que el coto cerrado de los políticos-ideólogos que se han quedado con el marchamo de "lo vasco" pero que en realidad pretenden monopolizar "lo progre". Con Obama sucede que no le puedes criticar nada porque entonces te dicen que eres racista. Pues con "lo vasco" igual. Pobre del que se oponga al gaymonio, por ejemplo, casi nos han convencido de que ese es el peor de los antivascos.
Jerónimo Erro