Al sonar el chupinazo, la Administración introduce su mano de hierro en el bolsillo de un mozo, saca un billete y lo introduce en el bolsillo de otro mozo. Poniéndose en el lugar del primer mozo, parece que un 81,43% de los lectores de Navarra Confidencial se oponen a subvencionar por la cara la fiesta del otro. Bien es cierto que las partidas del ayuntamiento son en concepto de "música en la calle" o para que todos entendamos van destinadas a subvencionar gran parte de las famosas charangas que al fin y al cabo están a disposición de los socios de cada peña.
La cuestión de fondo es si tiene sentido gastar dinero público para en este caso subvencionar la fiesta sean peñas o no .
A mas a mas puede que parte de ese abrumador porcentaje se comprenda mejor si el otro al que hay que pagarle lleva una pancarta que incluye un Cristo haciendo el saludo nazi, una ikurriña y un mapa pidiendo la reagrupación de los terroristas de ETA. Más allá de interpretaciones, estos son los resultados: