Cuando UPN perdió las elecciones en 2015 la deuda pública navarra, según los datos del Banco de España, ascendía a 3.586 millones de euros. Esa sería la famosa deuda heredada de la que tanto se queja la presidenta y a la que tanto recurre para justificar las expectativas decepcionadas.
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Si en este momento el cuatripartito tuviera que abandonar el poder, sin embargo, la deuda que dejaba a mitad de ejercicio según los últimos datos del Banco de España era de 3.767 millones de euros. Es decir, 181 millones más que a mediados de 2015.
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La cifra todavía es peor si comparamos la deuda actual con la deuda al final de 2015, último año en el que se encontraban vigentes los Presupuestos aprobados por UPN. Es decir, el ejercicio 2015 terminó con 3.322 millones de euros de deuda, frente a los 3.767 actuales. Tras dos Presupuestos aprobados por el cuatripartito, la deuda es superior en 445 millones respecto a diciembre de 2015.
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En definitiva: Uxue Barcos se queja de la deuda que recibió, pero de momento le deja al siguiente la que recibió y 181 millones más.
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El resultado de dos Presupuestos aprobados por el cuatripartito, a fecha de hoy, es 445 millones de euros de deuda más.
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Todo esto además teniendo en cuenta tres elementos importantes a tener en cuenta.
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El primero que, cuando estaba en la oposición, el cuatripartito en ningún momento habló de contener el gasto, de hacer recortes o de endeudarse menos. Todo lo contrario. Naturalmente no te puedes quejar hoy de la deuda por los gastos que ayer reclamabas, cuando hablabas de “austericidio”. Si el cuatripartito quería heredar 1.000 millones menos de deuda, por ejemplo, tendría que haber señalado en la oposición de dónde había que recortar 1.000 millones de gasto. Nos anticipamos al reproche de que lo que planteaba el cuatripartito era subir los impuestos en vez de recortar porque, como todo el mundo recuerda, lo último que hizo ZP antes de perder el poder y lo primero que hizo Rajoy al alcanzarlo fue subir los impuestos. Lo que sucedió es que estas subidas de impuestos en plena crisis estrangularon aún más el consumo, agravaron la crisis y no hubo aumento de la recaudación.
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El segundo elemento a considerar es que, mientras la deuda con UPN crecía en mitad de una crisis brutal y cuando faltaban ingresos para pagar las principales partidas, ahora lo hace en plena recuperación y cuando sube la recaudación. ¿Cómo va a reprochar el cuatripartito el endeudamiento de UPN cuando había crisis si ahora que hay recuperación el endeudamiento sigue aumentando? ¿Y cómo se va a quejar el cuatripartito de la deuda heredada si la deuda que dejaría el cuatripartito a fecha de hoy sería mayor aún?
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El tercer elemento es que actualmente existen un serie de límites para el gasto y el endeudamiento (la famosa “regla de gasto”) , impuestos desde Madrid y a Madrid desde Bruselas, que impiden que el cuatripartito pueda endeudarse más de lo que lo hace. La pregunta entonces es cuánto menos de lo que le deja Montoro nos endeuda el cuatripartito. O a ver si resulta que aún debemos agradecer a Montoro, o a Merkel, que el cuatripartito, que tanto deplora la deuda, no la haya aumentado no ya en 181 millones o en 445, sino en 445.181.
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