Diario de Navarra publicaba el sábado unos datos de lo más interesantes. Entre enero y octubre, Salud ha derivado 52.747 pacientes de la sanidad pública a la privada-concertada, un 11% que en octubre del año pasado.
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A su vez, se cerró 2016 con 57. 428 pacientes derivados a hospitales privados, un aumento del 36% respecto a 2015.
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¿Han tenido ustedes noticias de que haya habido muchas concentraciones contra esto?
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¿Han leído muchos titulares denunciando la privatización de la sanidad pública entre los medios afines al cuatripartito?
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Eso sí, las derivaciones a la CUN bajan en 2017 un 6%. No sabemos si anotarlo como curiosidad llamativa o como éxito simpar del cuatripartito. Eso sí, la Clínica San Miguel no ha recibido ninguna derivación en 2017, para no dejarnos ningún dato publicado en el tintero.
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Todos estos datos, a su vez, nos ayudan a entender la manera en que el gobierno del cambio está combatiendo el aumento de las listas de espera. Parece ser que la explicación es tan sencilla como aumentar de manera astronómica las derivaciones a centros privados.
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Dicho esto, nos parece bien, lógico y normal que Salud derive pacientes a los centros concertados para poder atender antes a los pacientes. Lo que nos parece mal es la incoherencia del gobierno, sus mareas y sus terminales mediáticos.
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