En defender los principios de UPN y la propia Constitución Española, que define Navarra como comunidad foral, diferenciada. Y en dejar claro que en Navarra no somos nacionalistas, ni queremos separarnos del resto de España, ni queremos formar parte de un ente con el País Vasco al que llaman Euskal Herria, que nunca ha existido en España. Queremos mantener nuestras tradiciones y seguir siendo españoles. UPN es un partido con 30 años que defiende nuestras tradiciones, el fuero, el convenio económico, pero siempre en solidaridad con el resto de pueblos de España.
¿Afectaba negativamente a Navarra la presencia de Ibarretxe?
No cabe duda de que un presidente nacionalista en la Comunidad Autónoma Vasca no respeta la identidad de Navarra, sino que aspira a cambiarla. Y sin ese respeto, las relaciones son más difíciles.
¿En qué sentido mejorarán las relaciones institucionales con Euskadi con Patxi López?
Tenemos un presidente que cree en la Constitución y en su Estatuto. Y como respeta la identidad de Navarra, las relaciones van a ser mejores, y es lo que pretendemos, desde el punto de vista institucional, educativo, de convenios o de infraestructuras. Queremos tener las mismas relaciones con el País Vasco que con Aragón o La Rioja, comunidades que se respetan formando parte del mismo país.
¿Qué proyectos en concreto estaban bloqueados que ahora podrán reemprenderse?
Bloqueado no, porque no había ninguno iniciado. Esto no quiere decir que no haya habido relaciones. Por ejemplo, entre los ayuntamientos hay buena relación institucional: entre Pamplona y Vitoria o Bilbao o San Sebastián las relaciones son positivas. Y siempre que el Ayuntamiento de Pamplona ha querido colaborar con esos ayuntamientos no ha habido ningún problema sino facilidades, y al revés. La clave es el respeto.
¿Sabía que Indurain, usted y Alfredo Landa son, por este orden, los preferidos por los navarros para compartir una cerveza?
Pues fantástico. Si las cervezas contribuyen a las relaciones humanas, bienvenidas. Me encantaría tomarme una con Indurain o Landa. Son elecciones magníficas.
¿Cómo describiría el legado del presidente de UPN saliente, Miguel Sanz?
El de quien ha estado gobernando esta comunidad desde 1996 y ha conseguido un grado de progreso y bienestar de los más altos en el conjunto de España. Valoraría su gestión de forma positiva.
¿Y su gestión del partido?
También ha conseguido que el partido, a las elecciones a las que se ha presentado, haya conseguido el apoyo mayoritario de los navarros. El reto es seguir manteniéndolo.
¿Su reiterada disposición al diálogo y al encuentro puede finalizar en nueva ‘boda’ con el PP?
Lo que he dejado muy claro es que quiero tener una buena relación con todos los partidos que creen en el amejoramiento y en la Constitución. Y en este momento son el PP, CDN (Convergencia de Demócratas de Navarra) y el PSOE. Y lo que he dicho es que no entiendo que con un partido como el PP tengamos malas relaciones. No lo entiendo. Tienen que ser buenas. Hoy tenemos acuerdos con el CDN, que está en el Gobierno de Navarra, y tenemos un acuerdo de gobernabilidad con el PSOE. Yo quiero tener unas magníficas relaciones con el PP, como quiero las puertas abiertas con otros partidos para hacer lo mejor por la estabilidad de Navarra. Y dicho esto, adelantar a día de hoy fórmulas de acuerdos futuros podría condenarlas al fracaso, y por eso no voy a hablar de ellas.
¿Qué significa que, no siendo navarra y habiéndose afiliado en 2000, presida UPN con el 89% de los apoyos?
Significa que en UPN hay una normalidad total y no hay demagogia a la hora de valorar a las personas. UPN ha confiado en mí para ser la primera presidenta del Gobierno de Navarra y para encabezar la lista al Ayuntamiento de Pamplona con posibilidades de ser alcaldesa. Hay otros que hablan de cuotas pero esto no lo hacen. Con la misma normalidad valoran el lugar de nacimiento: soy navarra por elección y amo profundamente esta tierra generosa, que engancha, abierta. La prueba es ese 89% de apoyos o las tres elecciones seguidas de los pamploneses al frente de la alcaldía y cada vez con más votos.
¿Es usted prueba de que se pueden ganar elecciones desde una derecha sin complejos?
Creo en los principios, y no en que otros tengan superioridad moral sobre nosotros. Tenemos que hablar claro. La transparencia y la sinceridad se agradecen. Por eso siempre diré lo que pienso, que me parece que es lo que piensan muchas personas. Escuchando todas las opiniones, pero sin complejos. Quizá muchos problemas de esta sociedad se arreglarían si se defendiesen ciertos principios.
¿Aunque no estén de moda?