La subvención de ikastolas por parte de la CAV en territorio navarro tiene sentido en clave nacionalista. Por una parte, los partidos nacionalistas de la CAV quieren anexionarse Navarra. Por otra parte, una minoría de navarros también desean esa anexión. Puede tener entonces sentido que un gobierno nacionalista en la CAV financie y mime a esa minoría navarra. La financiación, por otro lado, genera una dependencia. No es extraño por tanto que la financiación de la CAV se vea recompensada por logotipos en Navarra como el que podemos encontrar en la Federación Navarra de Ikastolas. Añádanle unos soles y nubes y tendrán el mapa del tiempo de la ETB.
No es lógico que, sólo para rescribir el mapa y la historia de Navarra, la CAV inyecte millones y millones de euros a las ikastolas ubicadas en Navarra para generar una dependencia y para que compitan con ventaja frente a los colegios públicos y privados navarros. Como íbamos diciendo, puede que esto tenga sentido para un gobierno vasco obsesionado por la fagocitación de Navarra, pero no para un nuevo gobierno vasco respetuoso con la identidad de los navarros.