x
Diario de Navarra publicó ayer un dato escandaloso, conocido a partir de los datos ofrecidos por el Departamento de Desarrollo Económico a resultas de una pregunta de la diputada de UPN Maribel García Malo.
x
Las subvenciones del Gobierno de Navarra a los sindicatos han ascendido a 766.259 euros en 2016 y 800.000 en 2017, unas cifras que contrastan vivamente con los 193.000 euros de 2014 y 2015.
x
Los sindicatos CCOO y UGT han pasado de cobrar en torno a 50.000 y 55.000 euros respectivamente, a cobrar cantidades superiores a los 200.000, como puede apreciarse en el cuadro siguiente.
x
Por su parte, los nacionalistas ELA y LAB han pasado de cobrar cantidades en torno a 25.000 y 40.000 euros a cobrar cifras en torno a los 125.000 y 190.000.
x
Respecto al sindicato empresarial, la CEN, el Gobierno de Navarra respondió a la diputada de UPN que en 2014 y 2015 “no hubo partida equivalente”, pero en 2016 se llevó 476.166 euros y están previstos 350.000 para 2017.
x
x
Todo lo anterior evidencia que el cuatripartito, por aquello del cuatro, ha cuatriplicado el chiringuito sindical en vez de erradicarlo, siquiera mantenerlo. Quedan con esto en evidencia quienes señalaban la existencia de dicho chiringuito de reparto del dinero público, ahora tetrachiringuito o cuatrichiringuito. Sería un ejercicio de coherencia multiplicar ahora por cuatro las críticas que recibía UPN por ello.
x
Como en todas las ocasiones en que nos referimos a este asunto, todo esto queda exactamente en las antípodas de la autofinanciación que debería caracterizar a los sindicatos, ya fueran de trabajadores o de empresarios. Porque ahora los sindicatos no sirven a los trabajadores, o a las empresas, sino a los gobiernos que son quienes les pagan. Porque lo que tienen que hacer los sindicatos para financiarse es demostrar a los trabajadores o los empresarios que a cambio de la defensa y los servicios que reciben del sindicato merece la pena pagar una cuota. Ahora mismo a quien tienen que convencer los sindicatos de que merece la pena financiarlos es al gobierno. Por no mencionar que todos estamos pagando una cuota obligatoria encubierta a los sindicatos, vía impuestos, sin tener a cambio al menos el derecho de votar al secretario general, por ejemplo.
x