El bombardeo de Guernica es un suceso de la Guerra Civil mundialmente conocido. Si algún acontecimiento de la Guerra no necesita que su recupere su memoria histórica es precisamente éste. Si algo puede decirse del bombardeo de Guernica, sin embargo, es que no fue ni el primero, ni el más cruento, ni por supuesto el único de su especie.
Suele atribuirse al bando nacional la iniciativa de bombardear poblaciones civiles durante la Guerra. El bombardeo de Guernica, precisamente, sería el máximo exponente de esta circunstancia. Sin embargo, el bombardeo de Guernica tuvo lugar el 26 de abril de 1937. Los primeros bombardeos de la Guerra, por el contrario, fueron realizados por la aviación leal al régimen y de ello dan cuenta los propios partes de guerra del ejército republicano. Entre las primeras ciudades nacionales bombardeadas en las primeras semanas de la guerra se cuentan Sevilla, Oviedo, Zaragoza o Córdoba, algunas de ellas de forma reiterada.
El bombardeo de Cabra.
El bombardeo de Cabra, probablemente, constituye el Guernika del bando nacional. El bombardeo sobre esta localidad cordobesa tuvo lugar el 7 de noviembre de 1938. Se trató de un bombardeo totalmente alejado del frente de una población que no constituía un objetivo militar. La foto que ilustra la noticia es una foto real tras el bombardeo. En el mismo murieron más de 100 civiles, hombres, mujeres y niños, como víctimas de la masacre republicana. La cifra de muertos, por tanto, es similar a la que se produjo en Gernika a manos de los alemanes, que algunos estudios cifran en 120. Lo más dispar, evidentemente, es la publicidad de uno y otro hecho en la memoria histórica de España. Todo el mundo recuerda Guernica, nadie recuerda Cabra. La mitad de la historia no es memoria, es mentira. Recordando todos los bombardeos la manipulación política es mucho más difícil, pero la reconciliación de todos los españoles mucho más sencilla.