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Cada año visitan España unos 75 millones de turistas. Según los cálculos del gobierno, eso representa para nuestro país unos ingresos de más 75.000 millones, con un ingreso medio por turista de 1.023 euros el año pasado. ¿Puede haber alguien en sus cabales dispuesto a cargarse este negocio?
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Alguien en sus cabales no, pero para eso tenemos en España a nuestra floreciente izquierda radical, empeñada en una campaña contra el turismo que ha experimentado brotes preocupantes, de momento, tanto en Cataluña como en el País Vasco. “Welcome refugees”, pero “Tourist go home”.
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Una vez más el país puede contemplar con perplejidad a estos ideólogos que dicen tener por patria y bandera la educación, la dependencia o la sanidad, pero que se dedican sistemáticamente a reventar todo aquello que genera la riqueza que permite financiar la educación, la dependencia o la sanidad: la iniciativa privada, el comercio, el turismo o la inversión.
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Dicen, por otro lado, que combaten el turismo de borrachera, pero luego van al puerto de Barcelona a escrachar a los dueños de los yates. ¿En qué quedamos? Cuando en San Sebastián escrachan a un grupo de turistas no eligen tampoco como objetivo a un grupo de borrachos, sino a unas cuantas familias montadas en un trenecito. Ni una de esas familias tenía peor pinta ni parecía más estrafalaria que los escrachadores, ostensibles admiradores de Pirritx y Porrotx Además aquí nos conocemos todos: los que escrachan a los turistas, practican el tiro al facha o hacen ongietorris a los etarras, vienen todos del mismo pozo.
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¿Queremos acabar con el turismo de borrachera? Perfecto, pero entonces afrontémoslo por el lado del orden público. ¿Hay más turistas de los que podemos acoger? No preocuparse. Eso se llama puja por los bienes disponibles y se resuelve mediante la subida de los precios. Por eso es más barato ir a Túnez o a Egipto, o más caro comprarse un iPhone. Suena un poco raro que la izquierda quiera restringir el turismo de mochila y apostar por el turismo selectivo y de alto standing, pero si se empeña…No prohíban a la gente alquilar pisos y apartamentos. ¿Quiénes son ustedes para decirle a la gente lo que tiene que hacer con sus propiedades? Penalicen el ruido, las peleas, orinar en la calle, ir sin camiseta o tirarse borracho en el suelo. Que por cierto, el 90% de las sanciones, con todo merecimiento, se las comerían los nativos.
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2 respuestas
No pasa nada… si devolvemos a sus países al millón, o dos millones, de ilegales que tengamos, más los legales (pero no españoles) que estén viviendo de las ayudas sociales sin hacer nada de nada, queda sitio para otros 3 millones de turistas, que si usan las viviendas un mes, pueden venir 36 millones más (un número mágico para la izquierda en España).
No se preocupen los de Potemos. Dado que manifiestan su sumisión a los Imanes chiitas de Irán (el que paga, manda), pero están enfadados con Arabia Saudí, este país, petromillonario y competidor de Venezuela (el que paga, manda, perdón por repetirme), es el candidato ideal para acoger a esos 3 millones de emigrantes (que no refugiados, que a los cristianos y yazidies no les hemos dado ese carnet).
Concretamente en Jeda, existe un campamento permanente para al menos 3 millones de personas, amplio, climatizado y con todas las comodidades de la vida moderna, duchas , sanitarios, electrodomésticos, todo gratis. Y pueden rezar a Allah todolo que quieran, incluso visitar la Meca que les pilla cerca.
Estoy seguro que el Gran Líder Pablenin va a hacer todo lo imposible y lo imposible por solucionar el tema de la inmigración ilegal y legal pero parasitaria, y de paso hacerle gasto a los saudíes para que no puedan comprar más armas españolas (aunque quizá esto sea para que se las vendan los comunistas chinos).
Potemos ya está en ello , seguro, creedme…
….por los cojones , 33. En navarro y para que se me entienda.
Lo cierto es que la extremosa izquierda van rara vez a favor del interés nacional. Eso de quitar a Rajoy por quintaesenciar , les da igual, ellos lo que quieren es subir al poder y poner en práctica sus ideas decadentes, de igualdad en la miseria, de troceo de la nación . Observan que es bueno para España el turismo , que es una indispensable industria y ¡zas! de pronto es como un choque anafiláctico o una erupción de sarpullido, nada de turismo, estos a sus países .
En un alarde que casi me gustaría decir evangélico, los componentes de la extremosa izquierda , es decir los ultras, han decidido que en el bienvenidos refugiados, no turistas, en ingles para no utilizar el imperialista idioma español, se entienda implícita que acogerán cada uno en sus domicilios y segundas viviendas, que tenerlas las tienen, a una familia pero de auténticos refugiados . Obvio: que no sean cristianos sean de rito oriental , armenios, caldeo, o bien ortodoxos o siriaco y ni aunque hablen arameo. A ser posible bien sunies bien chiíes , estos mejor porque son de la cuerda del patrón y aquellos porque algunos de sus buenos jeques son propietarios de equipos de futbol.
Para cuando una manifestación por el genocidio de cristianos y yazidies en Oriente Medio , la subasta de niñas y mujeres cristianas y yazidies , ,por la falta de libertad religiosa en determinados países.