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Uno de los episodios más lamentables este verano ha sido la celebración en Echarri Aranaz del llamado “Tiro al fatxa”. Como informaba el diario ABC, desde los años 80, al día siguiente de la finalización de las fiestas patronales de Echarri, se celebra una jornada que en un principio estaba dedicada a los quintos que se libraban de hacer el Servicio Militar, pero que poco a poco ha ido derivando a un acto más de siembra de odio hacia las fuerzas de seguridad, la iglesia, España y todo lo que no es la izquierda abertzale o no le baila el agua a la izquierda abertzale. El acto en sí consiste en colocar imágenes de guardias civiles, sacerdotes, policías forales o políticos no nacionalistas y arrojarles huevos o piedras. Como la justicia española casi nunca decepciona, la Audiencia Nacional estimó que el evento a priori era perfectamente legal y que las fuerzas de seguridad, en todo caso, tendrían que estar atentas por si sucedía algo ilegal. ¿Qué? Pues que apareciera un autobús naranja o se dijera que los niños tienen pilila, es de suponer. Pese a la bendición judicial de la Audiencia, el acto se celebró en una relativa clandestinidad puesto que los celebrantes no quisieron que pudiera haber imágenes del suceso.
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El tiro al otro es fascismo
El tiro al facha nos coloca una vez más ante una realidad abominable a la que no por frecuente nos podemos acostumbrar. Cuando se agrede, insulta, amenaza o se crea un clima de violencia contra alguien de izquierdas o nacionalista, la condena es unánime. Cuando lo mismo sucede contra alguien que no es de izquierdas, la condena no es unánime. Cuando se agrede o se insulta a alguien, nadie se coloca del lado de los agresores, al menos si el agredido es nacionalista o de izquierdas. Algo así como el “tiro al rojo” o el “tiro al abertzale” resulta inconcebible. Y si a alguien se le ocurriera, nadie lo aprobaría.
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Lamentar mañana lo que hoy se fomenta
Por otra parte, resulta inevitable asociar el “tiro al facha” con lo sucedido por ejemplo en Alsasua. ¿Cómo se crea un clima de agresividad en virtud del cual varias decenas de personas van a agredir a un bar a un par de guardias civiles fuera de servicio y a sus parejas? ¿De dónde salen todos esos energúmenos? ¿Cuántos tiros al facha y ongietorris han visto antes de decidir darle una patada en la cabeza a un agente fuera de servicio? Paradójicamente, los mismos que organizan los ongietorris o los tiros al facha son los que luego, aparentemente, más se lamentan de que al Adur o al Ohian los hayan detenido y acusado de terrorismo. Si no ven la relación es que son todavía más tontos que malos.
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2 respuestas
Este acto forma parte de la campaña publicitaria que se está llevando a cabo en la Barranca para limpiar el buen nombre de sus gentes, después de que los medios lo mancharan al difundir que en Alsasua habían pegado una paliza a unos guardias civiles y a sus acompañantes
Digo yo que si pongo un puestico de «tiro al euskonazi, o al mermado, o al rojijetas» igual me forro cobrando 1 euro por cada tiro.
Ah, no. Que entonces aparecerán lo esbirros del cutrepartito a quemarme el puesto, conmigo dentro. O la Presidenta a Dieta igual me manda unos forales…. a ver quién llega antes.