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Tras la victoria de Pedro Sánchez y la reelección de María Chivite como líder del socialismo navarro, en el PSN se ha producido una clarificación. Según declaró Chivite tras ser elegida, al preguntársele si descartaba una alianza con UPN como la de 2011: “La alianza de 2011 es una lección aprendida, que se suma a la lección que hemos extraído de los resultados que Pedro Sánchez ha cosechado aquí: los afiliados socialistas no quieren propiciar gobiernos de derechas ni en Navarra ni en España”.
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¿Se acabaron entonces los tiempos en los que el PSN gobernaba con UPN? Pues según la secretaria general del PSN, sí: “El PSN no quiere propiciar gobiernos de derechas. Ni en Navarra ni en España. Aquí Sánchez significa lo que significa: no a gobiernos de derechas. Porque hemos sufrido mucho, los afiliados han sufrido mucho, y los resultados electorales lo demuestran. Cuando dejas de ser alternativa, no eres cambio. En Navarra no podemos propiciar gobiernos de derechas y decir que queremos ser cambio”. Por lo visto el cambio es que no haya cambio y se puede gobernar con los nacionalistas sin hacerse nacionalista, pero no se puede gobernar con la derecha sin hacerse de derechas.
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Da la impresión de que, en lo que respecta al PSN, sólo caben 3 escenarios:
1-El cuatripartito repite mayoría, lo que deja fuera al PSN sea por voluntad propia o por la exclusión del cuatripartito, como ahora.
2-El cuatripartito necesita al PSN para formar mayoría, en cuyo caso el PSN reclamaría la presidencia del gobierno.
3-Para dejar fuera del gobierno al nacionalismo es necesario formar una mayoría política al margen del PSN.
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De cuatripartito a pentapartito
Como hemos concluido en numerosas ocasiones, la política del PSOE es un chollo para el nacionalismo y la extrema izquierda. La extrema izquierda puede pactar con los nacionalistas. Los nacionalistas de izquierdas y derechas pueden pactar entre sí. Sin embargo, el PSOE no puede pactar más que con la extrema izquierda y con partidos de derechas siempre que sean nacionalistas. De este modo el PSOE pierde todo poder de negociación y los nacionalistas y la extrema izquierda se vuelven imprescindibles. Habrá que ver si con esta teoría al PSN le va mucho mejor que al PSC.
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Todo el que quiera un cambio tendrá que votar a UPN, PPN o Ciudadanos
Está bien, no obstante, que el PSN aclare antes de las elecciones que votar al PSN no sirve para votar por el cambio. Porque efectivamente, ahora que gobierna el cuatripartito, votar por el cambio es votar por un resultado que permita echar del poder al cuatripartito. Todo el que quiera un cambio, ya lo sabe, tendrá que votar a UPN, PPN o Ciudadanos. O votar en blanco, meterse monje budista o hacer cualquier otra cosa que no sea votar al PSN.
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En cuanto al centro-derecha, la pregunta es si sigue teniendo sentido la estrategia de UPN de no querer formar coalición con el PP. Esta estrategia de no querer pactar ya no tiene sentido si el PSN se niega a gobernar con UPN. Por el contrario, para desalojar del gobierno al nacionalismo se hace preciso maximizar todos los votos. UPN es ahora la apestada y la víctima inversa de la “teoría del kesito”, la formación que queda al otro lado del cordón sanitario. Obviamente es muy difícil, pero el PSN no deja otra alternativa que intentar una mayoría de centro derecha. Parte del hecho de que ahora sea tan difícil es que, como antes había otras alternativas, se trabajó poco durante décadas en crear esa mayoría social, que de hecho se ha ido alejando. Lo que ya era difícil desde el gobierno y sus resortes, lo será ahora más desde la oposición.
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Por lo demás, ¿cómo acordará nada el PSN con Podemos, Geroa, IU e incluso Bildu respecto al AVE, el Canal de Navarra o la Ley de Símbolos? La cosa queda en el misterio, como la lista de naciones de Pedro Sánchez, que sigue siendo un secreto. O sea, tras asegurar que España es una nación de naciones, aún seguimos a la espera de que el líder del PSOE nos de la lista de naciones que componen España. Más que nada para ver si, por ejemplo, Euskadi es una nación, y si entonces Navarra es otra o, por el contrario, se entiende que Navarra forma parte de la nación de Euskadi. O si España es un conjunto de naciones y no naciones. O si Murcia es una nación.
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4 respuestas
Pero si UPN se alia con el PP, muchos de sus miembros profesionales, que viven de la politica, se disolveran en la politica nacional como un azucarillo… en el fondo no les interesa.
Igual ese el el problema , que algunos prefieren asegurar el puestico antes que poner Navarra antes que la poltrona particular.
Porque UPN lo ha perdido todo, y aún así no quiere pedir ayuda para sacar al cutrepartito del BON. Será que lo prefiere así antes que no tengan ellos el machito en total
En Navarra hay dos opciones. Y no son la división entre derecha e izquierda sino entre los defensores de la unidad española y los antiespañoles. Ese cuento de Chivite de que son izquierda no cuela. El PSOE es antiespañol.
Las políticas presupuestarias que dividieron el panorama políticos entre derecha e izquierda casi han desaparecido.
No creo que lo relevante sea la postura del PSN. Lo relevante es el avance del nacionalismo, especialmente entre la juventud.
El nacionalismo gobierna en solitario en Navarra. Por primera vez gobierna Pamplona o Tafalla. Y aunque hace dos años parecía que Barkos sería un paréntesis, comienza a instalarse la general opinión de que podría repetir en la presidencia. ¡Increíble! Ocho años de Barkos consolidarían definitivamente la alternativa nacionalista en Navarra.
Y lo peor es que ya da igual. La manifestación del 3J fue un breve paréntesis y no hay corpus social ni político para enfrentar la situación. Los nacionalistas son menos, pero tienen más fuerza y más determinación. Han triunfado sobre nuestros escombros. Incluso aunque se vayan en 2019, ya han triunfado: se demuestra que su alternativa es posible.
¿Qué ha pasado?