Desde un primer momento, Javier Pomés mostró su buena disposición a renovar como candidato. Sin embargo, un par de circunstancias conspiran contra su candidatura.
Por un lado, la Ley de Paridad obliga al PP a que la mitad de las candidaturas sean ocupadas por mujeres. Esto supone actualmente un grave problema puesto que 18 de los 24 eurodiputados del PP son hombres.
La segunda circunstancia que se interpone entre Pomés y el escaño de eurodiputado es que UPN se debate entre pedir el voto para el PP y la libertad de voto. El espaldarazo de UPN al candidato del PP podría marcar diferencias pero la figura de Pomés no es del agrado de UPN. Pomés, desde el punto de vista de UPN, es uno de los “tránsfugas” que se alineó con el PP tras la ruptura del pacto con UPN.
Los votos regionalistas no resultan despreciables a la hora de dar la victoria al PP sobre el PSOE en el cómputo de la contabilidad nacional de los votos. Es por ello que dentro del PP-PPN se baraja la posibilidad de que el puesto en la lista lo ocupe una cara nueva.