Quizá ustedes a estas alturas, con todo lo que llevan oído, leído o sufrido, se hayan preguntado qué tiene esta crisis de particular que no hayan tenido las anteriores. Por qué los gobiernos adoptan medidas extraordinarias para inyectar liquidez, intervenir e incluso nacionalizar los bancos, al mismo tiempo que estos muestran unos beneficios extraordinarios. El problema está en el balance, más que en la cuenta de resultados.
¿Está en quiebra el sistema financiero?
Sería una tarea que nos excede pretender dar nosotros en este momento una respuesta a esa pregunta tabú que nadie quiere hacerse. Si lo está, desde luego ningún gobernante nos la ha comunicado. Tampoco se lo ha dicho ningún consejo de administración a su junta de accionistas. Pero quien sí se atreve acaso a dar una respuesta o hacer una valoración es el mercado. Y la respuesta del mercado –no la nuestra- no precisa comentario. Lo que nosotros vamos a hacer a continuación simplemente es mostrársela.
Lo que les mostramos a continuación es la evolución de la cotización en bolsa de dos de los hasta hace poco mayores bancos del mundo, el Citigroup y el Bank of America. Y se trata sólo de dos ejemplos. Con una caída del 98% el primero y del 95% el segundo, juzguen ustedes cuál es la respuesta del mercado a la pregunta de si están o no están en quiebra estos bancos.
Pero se equivocan ustedes si creen que éstas son cosas que sólo les afectan a los estadounidenses. Contemplen ahora la evolución en ese mismo período del Popular, el Santander y el BBVA. La siguiente gráfica es de nuevo la respuesta del mercado –no la nuestra, que nadie nos acuse de ello- a la pregunta de cómo se encuentra nuestro fenomenal sistema financiero. Observen cómo el Santander ha caído un 70% desde sus máximos, el BBVA un 75% y el Popular nada menos que un 88%. El problema, en todo caso, no son estos 3 bancos. Se trata sólo de 3 ejemplos. El problema es todo el sistema financiero.
Como ustedes han comprobado, el único dato propiamente navarro de actualidad que les hemos aportado es que el año pasado cerró con una caída de la actividad comercial en Pamplona del 1%. Es lo que hoy probablemente lean en otros medios navarros. Sin embargo, ese dato navarro aislado no sirve para entender nada de lo que está pasando. Hoy es el mercado el que nos ayuda a entender perfectamente las aguas por las que va a tener que navegar el barquito navarro. Puede que el mercado se esté equivocando. Existe una larga tradición académica en la discusión de la eficiencia del mercado. Por eso no nos atrevemos a discutir el diagnóstico del mercado sobre el sistema financiero. A lo que no podemos resistirnos, como medio de comunicación, es a mostrárselo.