1.- La izquierda ha influido fuertemente en el actual panorama europeo, ha blandido la bandera de la ideología de género, el ataque a la familia tradicional, la banalización de los valores judeocristianos, el desprecio a la vida en su comienzo (aborto) en su final (eutanasia), apostó por la emigración musulmana para contrarrestar la influencia del cristianismo en Europa.
2.- Cuando gobierna la derecha, a lo único que aspira es a dejar las cosas como están, es decir tal y como las han dejado los socialistas; no hay más que esperar a que éstos vuelvan al poder para que el proceso de izquierdización de la sociedad vuelva a avanzar. La derecha política en nombre de la moderación, renuncia a construir en el terreno cultural y moral. El relativismo se ha convertido en la nueva religión. Lo políticamente correcto evita cualquier crítica a otras culturas. La derecha se centra en los temas económicos y se equivoca de plano, sabemos que Macron es la vaciedad, olvida que las ideas siguen moviendo al mundo.
3.- La crisis económica y de valores, junto a la inmensa cantidad de emigrantes está cambiando a Europa. Si hace 15 años nos dicen que en Pamplona tendríamos un peluquero chino y un frutero paquistaní en la esquina de casa, nadie nos hubiese creído. La globalización, la falta de aranceles ha permitido que las clases medias y los asalariados estén en un proceso de fuerte proletarización de carácter permanente. Para competir se han bajado los salarios. Los bajos sueldos de los nuevos empleos es una dura realidad que ha llegado para quedarse. La desafección crece hacia los partidos clásicos.
4.- La socialdemocracia está perdiendo fuelle en varios países comunitarios, en Francia ni republicanos ni socialistas han logrado pasar a la segunda vuelta, el debate se centra ahora entre aquellos que defienden tesis globalizadora que es dejar las cosas como están, frente aquellos que apuestan por una recuperación de la soberanía nacional, cuestión que hoy no es posible. Lo que está ocurriendo en España con las primarias del PSOE no augura nada bueno, un líder demagogo aupado por una militancia radicalizada les puede encaminar hacia su irrelevancia.
6.- Lo grave de Francia es que el discurso antieuropeo, anticapitalista y antiliberal lo apoya casi medio electorado. La extrema izquierda y la extrema derecha francesas intentan aplicar políticas no realistas: salida de la UE, del euro, de la OTAN, de Schengen y de los acuerdos de libre comercio; mantener la jornada de 35 horas; subir las pensiones y los sueldos a los funcionarios; privilegiar proyectos locales de infraestructuras; bajada de impuestos. Muchos obreros que votaban comunista ahora votan a la Le Pen, muchos ven que es un problema tantos musulmanes para la continuidad de Francia. El FN ha unido en su contra, sospechosamente a todo el mundo.
7.- No es posible satisfacer a lo que piden los extremistas franceses en un mundo globalizado y en crisis. Francia es el país europeo donde menos reformas se han hecho y todavía pretenden vivir como si el mundo no hubiera cambiado. En los próximos comicios galos de junio Macron deberá afrontar la tercera vuelta. Estas legislativas fijarán el nuevo mapa político francés que apunta que será complicado y con el que tendrá que lidiar Macron.
8.- Francia no podrá avanzar sin cambios profundos que recuperen consensos básicos. Hoy es una sociedad fracturada donde la vaciedad de Macron lo tendrá muy difícil pues no vale con apelar al “progreso, modernidad y concordia”. Fillon al menos decía que había que tener menos Estado, seguir en la UE pero cambiándola. Frente a la ideología del FN la vaciedad no tiene futuro, pues ya hemos visto el mal resultado de la era Holande, donde participó activamente Macron.
9.- Junto a las crisis, el tema de Ucrania y de los refugiados nos han debilitado fuertemente, aumentando nuestras contradicciones. Los antiguos países del Este están muy mosqueados con la imposición de cuotas de emigración musulmana, tampoco aceptan la imposición de la ideología de género, ni el matonismo político de los burócratas de Bruselas que ejercen sobre Hungría y Polonia.
10.- Merkel si vuelve a ganar se va a encontrar más sola en una situación más complicada. Entonces será la hora de cambios, de que se produzca un acercamiento de Europa (Alemania) hacia Rusia, aunque de momento se ha enviado -con participación española- un batallón motorizado de la OTAN, a la frontera rusa desde las repúblicas bálticas.
11.- Hoy la integración europea chirría porque no sabemos hacia donde quieren ir nuestras élites. El abandono de las señas de identidad europeas ha producido una reacción lógica, con el aumento de los nacionalismos y de los populismos de todo pelaje. De momento la salida inglesa ha sido un fracaso, un fuerte golpe para Europa. Y es necesario corregir el rumbo y posiblemente avanzar en la integración pero con un proyecto atrayente.
12.- Para respetar las distintas realidades nacionales, deberíamos vivirlas como círculos concéntricos no excluyentes. Quizá para avanzar más, habrá que potenciar una lengua común que facilite dicha integración, sin excluir las lenguas propias. Pero no es posible avanzar en más Europa sin el conocimiento generalizado del moderno “latín vulgar” que no puede ser otro, sino el idioma inglés.
13.- Necesitamos que toda la clase política europea diga la verdad, no podemos seguir viviendo por encima de nuestras posibilidades con una deudas país casi imposibles de pagar. La Deuda repercutirá –disminuyéndolo- el bienestar de nuestros futuros nietos. El bienestar de los europeos se está deteriorando respecto a las expectativas creadas y tendremos que acostumbrarnos a una nueva realidad, necesariamente más austera y menos protectora ya que no hay dinero para todo, tendremos que priorizar.
14.- Necesitamos recuperar las señas de identidad europeas. Para recuperar la esperanza deberíamos colocar al hombre en el corazón de las instituciones, desechando la burocratización y la uniformidad que tanto daño han causado. Europa tiene un patrimonio moral y espiritual único en el mundo que merece ser propuesto una vez más con pasión y renovada vitalidad. Es el mejor antídoto contra la falta de valores y facilitará la lucha contra toda forma de extremismos.
Un comentario
Los que se califican a sí mismos de europeístas son en realidad antieuropeos. No merecen recibir entrega de más soberanía nacional. Han fomentado endeudamiento e invasión extranjera en masa.
Actualmente dentro de la Unión Europea el idioma inglés solo es representativo de Malta.
El problema es que mundialismo y europeísmo no debieran identificarse. El esperanto es la opción más justa como idioma común europeo. El español es el idioma más internacional entre los países comunitarios importantes. Es la lengua que nosotros debemos promocionar, no el pérfido inglés.