El nacionalismo deslocalizado.
El caso de CEGASA resulta llamativo puesto que desmonta algunas de las tesis favoritas de formaciones como Nafarroa Bai. Por una parte, la mera existencia de EREs en comunidades gobernadas por el nacionalismo. Si existe una forma para poner fin a la destrucción de empleo, por tanto, evidentemente no la tiene el nacionalismo. Ni siquiera en una empresa tan emblemática. Pero el ERE de CEGASA implica un mayor traumatismo puesto que al menos al nacionalismo sí se le presupone como freno para evitar las deslocalizaciones. Las deslocalizaciones, en la mitología nacionalista, son resultado de que los centros de decisión de las empresas se encuentran en el extranjero. Un argumento que se desmorona ante la deslocalización a China de pilas CEGASA. Los puestos de trabajo de 217 vascos pasarán a manos de 217 chinos, caso notable en el caso de una empresa dirigida por un hombre galardonado con el premio Sabino Arana.