La crisis de liquidez y la consiguiente caída de las ventas ha provocado el parón en seco en el sector de la construcción. No se construyen más casas mientras no se vendan las que se han ido construyendo. Los bancos, con sus propios problemas, tampoco están por la labor de financiar nuevas promociones. Paralizada la actividad, cuando se terminan las obras en curso no se vuelve a contratar a los trabajadores. No hay trabajo. La situación no se reconducirá hasta que poco a poco se venda el stock de viviendas sin vender y vuelva a tirar la demanda. Entonces volverán a generarse ingresos y volverá a crearse empleo.
La construcción de nuevas viviendas, casi paralizada, cayó un 76% en 2008.
Tal es la caída que se desprende de los datos manejados por la Asociación de Constructores y Promotores de Navarra. Dichos datos proceden de una encuesta entre los promotores y durante los últimos años (y hasta el mes de enero) arrojan la siguiente evolución en cuanto a viviendas iniciadas, vendidas, en venta y reservadas.
La repercusión en el precio de la vivienda.
Fuentes consultadas del sector subrayan según estos datos que el sotck existente no es tan elevado como podría pensarse, y que el hecho de que se haya parado bruscamente la construcción de nuevas viviendas supondrá una limitación de la oferta y un freno a la posible caída de los precios. Añaden además que “estas viviendas que hay en stock se iran vendiendo …poco a poco pero probablemente con un descuento máximo de 20/25 %”. Una de las razones que nos apuntan para establecer dicho suelo es precisamente el límite de la carga hipotecaria de los bancos en cada promoción.