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Si creen ustedes que hay problemas graves en el mundo, no sabemos qué pensarán al leer esto.
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Obviamente no se trata de algo que se ha sacado de la manga NC para desconcertar o provocar a los lectores, sino que es una campaña más o menos viral que se extiende por las redes sociales. Según Periodista Digital, tras la campaña se encuentran SVF (Ser Vegano es Fácil) y la revista Mongolia, dirigida por el abogado chileno Gonzalo Boye.
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El veganismo
El veganismo es una filosofía que rechaza el consumo de cualquier alimento de procedencia animal, tanto por un principio ético de respeto a los seres sensibles como por el supuesto carácter beneficioso para la salud de la dieta vegetariana.
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Gonzalo Boye
Gonzalo Boye, como decimos director de la revista Mongolia, fue condenado por la Audiencia Nacional en 1996 a 14 años de prisión, por colaborar con ETA en el secuestro del empresario Emiliano Revilla.
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Al margen de las peculiaridades de los impulsores de la campaña, nos encontramos una vez más con la confusión entre animales y personas. La diferencia esencial entre animales y personas es la libertad. ¿Y cómo es posible que los seres humanos puedan ser libres? Pues sin duda una explicación es porque dentro de los seres humanos hay algo que no es y no pertenece al mundo material, por tanto escapa a las leyes físicas y a la necesidad material de que las cosas se hagan o por determinismo o por azar, pero no por voluntad.
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Habrá quien piense que los seres humanos son igual de animales que las demás especies e igual de materiales, pero entonces tendrá un problema para no llegar a la conclusión de que el ser humano no es libre. En tal caso no tiene sentido algo así como una campaña de concienciación. Si hacemos lo que hacemos por determinismo y no porque queremos, sigamos llamando burros a los que nos llevan la contraria o comiendo chuletones hasta que algo dentro de nosotros, más allá de nosotros y en lugar de nosotros decida lo contrario. Si es que tal cosa sucede.
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Igualar a las personas con los animales, de todos modos, tampoco es una enorme ventaja para los animales. Nadie duda que un lobo y una oveja son animales, pero uno es el desayuno del otro. Incluso en la hipótesis de que todos somos animales, el resto de especies son otros animales. Cuando se trata de igualar a las personas y los animales, suele pasar que se empieza a tratar a las personas tan mal como los animales, en vez de tratar a los animales como personas, algo por otra parte imposible.
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Por lo demás, no tiene demasiado sentido enfrentar al hombre con la naturaleza como si la naturaleza fuera algo bucólico y pacífico hasta que aparece el hombre. Mucho menos si no consideramos que hay en el hombre algo superior a la naturaleza, puesto que entonces sería sólo naturaleza y nunca algo distinto o peor a ella. Saquemos al hombre de la naturaleza y tendremos al león que se come al ñú, a la serpiente que se come los huevos del nido, o al cocodrilo que se come a la cebra. Aunque haya gatitos, perritos y otros simpáticos animales domésticos (precisamente por haberse acercado al hombre y no lo contrario), el mundo natural es un lugar cruel en el que las especies se enfrentan por la supervivencia o no existiría algo así como el oso hormiguero. En la jungla, los únicos factores importantes para determinar las relaciones entre los animales son la fuerza y… el sabor. Los vídeos de la naturaleza, en los que el ser humano es mero observador, resultan a menudo bastante explícitos en torno a todo esto.
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https://www.youtube.com/watch?v=INKkgoy6DV4
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Como es lógico, fuera del ser humano y de la idea de libertad no tiene sentido pretender que los animales establezcan libremente normas entre ellos, formen tribunales, se reconozcan entre ellos derechos, realicen acuerdos, celebren contratos, o se les haga responsables por cumplirlos o no cumplirlos. Por un lado, cuando un animal mata a otro no hay en ello maldad. Por otra parte, difícilmente saldrá del propio león la idea y la decisión de ponerse a dieta de alcachofas para no comerse a un sabroso venado. Es posible que el amor de una persona sea más inseguro que el amor de un perro, pero el amor de una persona tiene más valor porque es libre. Ese plus no lo puede dar un perro. Hitler era vegetariano y amaba a su perro. Probablemente porque su perro no le podía llevar la contraria, no porque fuera más digno de ser amado que un ser humano.
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No se confunda todo lo anterior con algo así como que está bien provocar sufrimiento gratuito a un animal por placer. Al margen de lo que pensemos respecto a la naturaleza del animal, algo funciona mal en la naturaleza del humano que se recrea provocando innecesariamente dolor a un animal. No tanto como resultado de elevar la naturaleza del animal, como por rebajar la del ser humano haciendo eso. Es normal encariñarse con una mascota. Pero habría algo perverso en utilizar el último paracaídas para salvar a nuestra mascota en vez de para salvar a un niño desconocido. Y por preciosa que podamos considerar la vida de los demás seres vivos, hay noches en las que uno debe elegir entre su sueño y la vida de un mosquito.
4 respuestas
No sé a qué viene este desprecio al reino vegetal. Iniciemos la campaña «Un respeto a las plantas». Dejemos ya de utilizar expresiones soeces como «voy a plantar un pino» o insultantes como «muévete, pareces un ficus». Las plantas (y los plantos) también tienen sentimientos. Ámalas, no te las fumes.
A mí que todas estas casualidades de que todos tenemos que ser hermafroditas y a ser posible estériles, o come paja y no carne para ser un animalito dócil y barato, como que no me molan. Y las campañas de la ONU contra la carne y a favor de comer cucarachas y hormigas parece que va en la misma siniestra (por partida doble izquierdosa y maligna) dirección.
El ser humano debe según el NOM, ser reducida a un estado animal, comiendo paja e insectos, trabajar y callar. Eso claro no está para los nuevos superhumanos con nanotecnología corriendo por sus venas.
Esta gente no han aprendido nada de la Historia y tampoco han leído a Isaac Asimov.
Nos quieren convertir en ovejas para que nos coma el lobo cuando quiera, o la hiena.
Y encima de ser ovejas, la Barcos quiere que seamos latxas y sólo latxas, con lana de peor calidad. Ni nos dejan ser merinas.
Curiosidad: en tiempos el queso de Roncal se elaboraba solo con leche de Raza Navarra, oveja trashumante entre ese valle y la Bardena,dura,hecha al frío y andarina, que produce poca leche pero muy grasa,excelente para el queso. El exceso de demanda llevó a la autorización de la leche de Lacha, oveja acostumbrada al clima suave atlántico y que nunca había habitado Roncal y que se saca del aprisco a la pradera cercana, que da muchos litros de leche de menos calidad para quesos. Con esta segunda se fabricaban el queso de Urbasa, anexionado por Vascongadas en el Idiazabal y de mucha menos calidad y prestigio siempre que el Roncal. Con ello, el queso de Roncal bajo algo la calidad, pero aumentó la producción y,sobre todo, los separatista por fin tenían un «tx». Desde que la D.O. admite también la Lacha además de la histórica Raza Navarra, es habitual leer que el Roncal se elabora solo con leche de «Latxa», obviando la raza principal navarra en otro intento de anexión,como en el caso de Urbasa. Luego Antena 3,matriz de Wayoming, Trueba y demás anti españoles financia la euskérica El guardián invisible, de autora guipuzcoana, con reparto guipuzcoano que insulta a los españoles, protagonista policía autónoma (aunque los asesinatos en ámbito rural los investigue la Guardia Civil y en urbano el CNP) y una Navarra de leyendas euskéricas e importaciones vascongadas para dar otro pasito a la anexión.
¡Serán merluzos …! 🙂