La UE es muy lenta tomando decisiones, también ha ido desdibujando sus señas de identidad. Como en todo el mundo occidental los partidos de derechas se dedican a resolver los temas económicos, mientras hace seguidismo en la moral y costumbres de los propuestos por la fracasada izquierda que ya no cree en el socialismo, pero que se ha centrado en dar la batalla cultural como un fin en sí mismo: ya que no pueden revolucionar la economía, si que quieren revolucionar la familia, el sexo, el matrimonio. Para muchos estas banderas no son atractivas pero apenas hay espacio para luchar contra lo políticamente correcto. Esto produce un malestar de fondo que anuncia convulsiones.
Los USA utilizaron a la CIA para asegurar el triunfo de la revuelta de los ucranianos más nacionalistas frente a los pro rusos constituidos legalmente en Gobierno. De facto apoyamos un golpe de estado encubierto de populismo, fue una jugada maestra para meternos a todos los europeos en el lío de un enfrentamiento con Rusia que era su objetivo. La respuesta rusa en Crimea, era de esperar y de allí vinieron las sanciones y la dinámica de enfrentamiento.
En el mundo actualmente hay tres grandes superpotencias en el sentido político militar del término: USA, China y Rusia. Rusia es el país más extenso del mundo, cuenta con la mayor cantidad de recursos naturales de los tres, así que su potencialidad sigue siendo enorme. La posible colaboración de la UE con Rusia era lo que más temían los americanos, pues no solo sumarían una gran población, unido al territorio más extenso y con mayores recursos para poder disputarles el liderazgo, por lo que su política se ha centrado en buscar a toda costa la separación. Utilizó lo políticamente correcto de las propuestas de izquierdas para desprestigiar a la Rusia de Putin, por no doblegarse al lobby LGTB, etc..
La UE por la presión de Alemania -poco proclive históricamente a Rusia- adelanto la incorporación de los antiguos países satélites de Rusia, evitó un proceso más sosegado con lo que han aumentado las dificultades de gestión de una Europa con 28 miembros, en tiempos de incertidumbre. Los americanos aprovecharon también la ocasión y ampliaron rápidamente la OTAN a todos los países ex soviéticos, para presionar así más a Rusia, hasta sus mismas fronteras.
Si a todo ello unimos la torpeza europea en la acogida a los refugiados, al no tener prevista alternativas para que se quedasen en otros países árabes, entenderemos lo acelerado de los acontecimientos, pues en los países del Este de Europa se niegan a acogerlos y en los occidentales en gran medida favorecieron la salida inglesa -el Brexit- y el aumento de los populismos de derecha.
Nunca como hasta ahora se había visualizado tanto la debilidad europea. Carecemos de una política exterior común, no tenemos una fuerza militar operativa en correspondencia con nuestra capacidad económica. Hoy ante el fenómeno Trump se visualiza nuestra inoperancia, nuestra pérdida de peso en el ámbito internacional. Lógicamente una UE débil les deja campo libre para hacer otras alianzas. Nosotros les necesitamos más de lo que ellos nos necesitan ahora.
Los americanos para seguir asegurando su supremacía mundial, necesitan que el dólar continúe como moneda de referencia y que se mantenga fuerte. Su más temible adversario es China que cada día es más fuerte. Por ello apuntala su alianza con Corea del Sur y Japón. Por lo que todo apunta a que nos podemos encontrar con que Trump apoye un cambio profundo en la estrategia americana. Aprovechándose de la inoperancia europea, la debilidad del euro, la salida inglesa, intente resolver de alguna manera el tema de Crimea, para posibilitar que los americanos y los rusos juntos puedan contrarrestar la influencia creciente de China. Los europeos seremos un florero decorativo, por mucha manifestación vocinglera contra Trump.
4 respuestas
En Europa no conocemos la democracia, y la UE no es más que un club de tecnoburocratas encantados de conocerse. Por eso no hay identidad. Ni representacion. Ni hay izquierda ni derecha porque todo es falsedad y postureo.
Y la razón es que en Europa no conquistaron la libertad, sino que fueron los aliados los que la liberaron del totalitarismo. Igual que en España tampoco pudimos conquistar la libertad, toda la transición fue una traición.
Por eso estamos a expensas de lo que haga EEUU, y afortunadamente ahora Trump parece que quiere dejar de tensar la cuerda con Rusia. Pero lo bueno sería poder tener una política Europea que responda a los intereses de los ciudadanos y no a los de las élites.
Lo de qué «los aliados nos liberaron del totalitarismo» será un chiste. Porqué el mayor contingente de los aliados vivían bajo el mayor genocida de la Historia, Salin y a él le fueron entregadas trece naciones invadidas gracias a las armas norteamericanas.Por otra parte, con el Eje combatían democracias (Finlandia por ejemplo). Lo que sí liberaron los aliados,pero de la vida, fue a varios millones de civiles,bien por bombardeos brutales(Dresde,Hamburgo,Normandía,Roma etc) bien por asesinatos( 25.000 franceses,50.000 italianos, 7.000 holandeses , 2.000 suecos,4.000 noruegos. Y lazaron una terrible represión cultural (asesinato de Brasillac, encarcelamiento del nobel e literatura Hamsun y su mujer ,del el gran poeta norteamericano exiliado en la Italia de Mussolin Ezra Pound o de la cineasta alemana Leni Riefenesthal, suicidio de La Rochelle para que no lo torturaran los aliados y persecución a Céline,entre muchos otros.
Respecto a Oriente,los aliados también armaron a Mao,otro gran demócrata que liberó (y aún liberan sus sucesores) muchos millones de chinos de este valle de lágrimas.Los ejércitos coloniales aliados también asesinaron abundantes indios del Ejército India Libre o indonesios (Sukharno era aliado del Eje,igual que Chandra Bosse) y filipinos indepentistas. Hay los bombardeos yankis sobre civiles fueron algo menores que en Europa,pero llegaron al millón de muertos entre Tokio, Hirosima,Nagasaki y otros.
Patricia, si fueron los aliados o los que tú digas, no te llevaré la contraria. Pero lo cierto es que Europa no conquistó su propia libertad, que es lo que yo quería recalcar.