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El diario Expansión publicaba ayer un informe sobre deslocalización empresarial basado en los datos de la firma de rating Axesor. Dicho informe refleja el balance de llegadas y salidas de empresas en cada comunidad autónoma y si el resultado de este balance es positivo o negativo. Pues bien, el resultado de Navarra en 2016 ha sido muy negativo. De hecho es la segunda peor comunidad de toda España en cuanto a los resultados del estudio. Huelga decir que si nos convertimos en una comunidad poco atractiva para las empresas difícilmente vamos a generar empleo.
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Resulta interesante también en este estudio comprobar a dónde van las empresas que salen de Navarra. La respuesta es que principalmente a Madrid, viniendo luego a cierta distancia Castilla León, Aragón, La Rioja y la CAV.
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El informe publicado por Expansión lógicamente tuvo ayer su repercusión política. UPN interpretó que los resultados se deben a que “las medidas puestas en marcha por el Gobierno de Barkos y el castigo fiscal que suponen están generando la expulsión de muchas empresas de nuestra comunidad. Las decisiones de Barkos, que siguen la hoja de ruta económica de Bildu y Podemos, están ahuyentando a quienes crean empleo en un momento especialmente delicado en esta materia, dados los preocupantes datos de 2016 y el último mes de diciembre que nos sitúan a la cola”
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El hecho es que Navarra es la segunda comunidad que más empresas perdió en 2016 sólo por detrás de Cataluña. Que por cierto, tampoco parece posible evitar fijarse en este hecho. Cataluña puede acabar pagando un alto precio en lo económico por su deriva hacia el populismo y el secesionismo. Es difícil no concluir a la vista de los datos, como señala el propio diario Expansión, que las comunidades de las que huyen las empresas son principalmente aquellas en las que Podemos ha conseguido auparse al poder.
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La recaudación del Impuesto de Sociedades caía en septiembre un 19%
Sería un tanto precipitado extraer conclusiones antes de verificar la recaudación total a final de año, pero en el tercer trimestre de 2016 la recaudación en Navarra del Impuesto de Sociedades había caído un 19%. Globalmente, la recaudación había subido un 5,18%, pero no gracias a las empresas ni a los ricos, que se pueden estar marchando, sino fundamentalmente gracias al IVA. El aumento de la recaudación, ya veremos si sostenible, se está basando en el crecimiento y no en la subida de impuestos, en el consumo del navarro de a pie y no en la idea de hacer pagar más a los que más tienen que nos vendió el cuatripartito. Pero al mismo tiempo, la fuga de empresas socava el crecimiento futuro.
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Lo cierto es que a Navarra, desde el cambio de gobierno, no le está yendo demasiado bien en lo que respecta a la creación de empleo. Creamos empleo, pero raquíticamente: somos la segunda peor comunidad en creación de empleo. ¿Qué pasará si la economía se enfría ligeramente? ¿Cómo o cuándo vamos a recuperar los niveles de empleo anteriores a la crisis si creamos tan poco empleo y tan lentamente? Salta a la vista que hay una relación entre nuestra debilidad para crear empleo y el hecho de que las empresas salgan en mayor medida de la que entran en Navarra. Los datos nos están diciendo algo. Los datos nos están indicando que hemos perdido atractivo como tierra de inversión. Los datos nos señalan que nuestro entorno es más atractivo para los inversores que nosotros.
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¿Qué es lo que nos hace menos atractivos?
Por un lado está claro que ahora mismo existen ciertos elementos objetivos que nos hacen menos atractivos como destino de inversión. Tenemos una fiscalidad más alta que nuestro entorno y tenemos también una peculiaridad única que no existe en ninguna otra comunidad, se trata de la tributación del patrimonio afecto a la actividad en las empresas familiares, una nefasta ocurrencia de Bildu en Guipúzcoa que el PNV erradicó en cuanto tomó el relevo en el gobierno. Pero además hay que tener en cuenta un elemento más intagible pero no por ello menos perturbador que es la hostilidad contra el emprendedor del cuatripartito.
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En alguna ocasión, el actual Gobierno de Navarra ha expuesto la tesis de que los emprendedores pueden apostar por invertir en un determinado lugar a pesar de la fiscalidad, porque existen otros elementos atractivos que compensan la falta de atractivo, por no decir el repulsivo fiscal. Sin embargo, en Navarra no es esto lo que percibe el inversor. Lo que percibe el inversor es que aquí tenemos un gobierno y un parlamento que es hostil al emprendimiento. Que los partidos mayoritarios consideran a los inversores y empresarios como enemigos del pueblo. Que existe por tanto un elevado grado de riesgo en cualquier inversión. Que en cualquier momento futuro se pueden aprobar nuevas medidas, a añadir a las presentes, en contra de la empresa y el empresario. Y que todo esto se suma, además, a una fiscalidad peor que en cualquier otro lugar de nuestro entorno. Lo miren como lo miren las empresas, es mejor invertir fuera de Navarra que dentro, lo que nos condena a un crecimiento por debajo de la media. Y eso mientras haya crecimiento. Navarra ha basado su éxito económico durante décadas en hacer todo lo contrario a lo que se está haciendo ahora. Mientras estamos distraídos con la ikurriña, el vascuence y 1936, cuestiones que ninguna de ellas nos van a beneficiar económicamente, socavamos los cimientos en los que sostiene nuestra actual prosperidad.
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5 respuestas
El agricultor sabe que si se pone buena semilla, se riega y/o llueve, y te esfuerzas en hacer las labores propias al cultivo, al final hay una buena cosecha.
Si siembras odio y estupidez, riegas de subvenciones a los amigos o te llueve una granizada de impuestos a los emprendedores, y te dedicas a la inútil labor del euskaralakakatúa, con sus ikurriñas traperas y su folkore impostado y nazi….sólo te puedes llevar un tortazo económico monumental , es sólo cuestión de tiempo.
Pero a estos políticos les da igual, seguirán cobrando del presupuesto público, en ETB o yo qué sé, algo montarán.
Ayer Guipúzcos confirmó que en el 2016 no se ha llegado a la cantidad programada y faltan algo más de 30 millones de euros. Parece ser que ha sido por el IVA y los españoles que son el demonio
– A ver, cutrepartito, si tú eres el único que va en una dirección y de frente vienen los demás, ¿quién va por el camino incorrecto y acabará estrellándose en el precipicio?
– Ya, pero es que ellos, pobres, no llevan ikurriña ni hablan euskera.
(de todas formas, a lo peor es lo que buscan, para que luego venga papá Urkullu a «salvarnos» )
Es la hoja de ruta que se cumple a rajatabla, Señores. La jota no miente. Cantémosla otra vez, al menos que nos oigan.
Palomika, Palomika, aaaaaaaa.
que se te ha visto el plumero, oooooooo.
Que quieres hundir Navarra, aaaaaaaa
para regalarla luego, oooooooo.
Para regalarla luego, oooooooo
Palomika, Palomika, aaaaaaaa.
Veo en las redes que el uxuísmo está contestando a esta noticia con el dato de que en Navarra en 2016 creció el número de empresas existentes. De 19.140 en enero de 2016 a 19.493 en noviembre. Lo que pasa es que eso es mezclar dos realidades diferentes.
Los datos que se están publicando se refieren al cambio de domicilio de las sociedades existentes, no a la creación de empresas. Y lo que indican los cambios de domicilio es que son bastantes más las sociedades que se van que las que vienen.
La fuga de empresas lastra el dato de empresas existentes, es un factor que en vez de sumar, como haría normalmente, nos resta, y es un elemento que explica nuestros problemas para crear empleo. Como la economía tira, aumenta el número de empresas, pero aumenta sustancialmente menos que si no hubiera fuga de empresas, y se genera menos empleo, inversión y recaudación que si no hubiera fuga de empresas. Si además no se hace nada al respecto, la situación empeorará con el tiempo.