La secuencia que se está produciendo viene a ser la siguiente: no hay liquidez en el sistema. Como no hay liquidez en el sistema, las entidades financieras no prestan a los promotores. Como los promotores no tienen financiación, no pagan las cuotas de urbanización. Como los promotores no pagan las cuotas, los ayuntamientos no ingresan por ese concepto. Como los ayuntamientos no ingresan las cuotas, los desarrollos urbanísticos están paralizados.
Dos peculiaridades de la situación actual.
La peculiaridad más importante es que, según nos llegan noticias del sector, al parecer son los propios bancos los que aconsejan a los promotores que no paguen las cuotas. Se trata del reconocimiento por la vía de los hechos de que no hay financiación. La otra peculiaridad es que los ayuntamientos no están actuando contra las promotoras que no pagan las cuotas. Y es que a partir de septiembre ya no se trata de situaciones puntuales de impago, sino de una situación más o menos generalizada de colapso.