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Estos días nos ha conmovido la noticia de una mujer mayor que ha muerto en su casa por un incendio. El incendio se originó a causa de las velas que la anciana usaba en su vivienda, puesto que le habían cortado la luz. Desde entonces, la empresa suministradora de electricidad y el ayuntamiento de Reus se pasan la pelota de quién tiene la responsabilidad de mantener el estado del bienestar. Sin embargo, la gran pregunta es cómo puede haber un estado que nos cuesta 350 mil millones anuales y una señora que muere en un incendio porque no tiene elctricidad. ¿Cuántos de esos 350 mil millones de gasto son más esenciales que pagarle a esa señora la luz?
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Hay dinero para todo, menos para lo esencial
Según Eurostat, hay un 6,4% de españoles en situación de privación material severa; es decir, de personas que realmente tienen problemas para comer variado, tener un techo o pagar la luz. No hay ultraliberal que se oponga a que se ayude a estas personas. El cuestionamiento del gasto público comienza a partir de los gastos necesarios para atender precisamente este tipo de situaciones.
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Si, como señalábamos, hay un 6,4% de españoles en situación de privación material severa, eso significa que estamos hablando de unos 3 millones de personas o entre 1 y 1,5 millones de hogares. Es difícil pensar que con 10.000 euros no se puedan cubrir las necesidades más básicas de un hogar a nivel de subsistencia. Por consiguiente, garantizar la subsistencia de 1 ó 1,5 millones de hogares no debería costar más de 10 mil ó 15 mil millones de euros. Es decir, hablamos de una cantidad que representaría entre un 2,8% y el 4,2% de los 350 mil millones de los Presupuestos Generales del Estado. Esto asumiendo que ahora mismo se dedicara un 0% a atender a las personas en situación real de pobreza.
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¿En qué nos gastamos 350 mil millones si luego falta para esto?
Es cierto que de esos 350 mil millones dedicamos 135 mil sólo para pagar las pensiones. Por otro lado tenemos Sanidad y Educación, que se llevan la mayor parte del Presupuesto. También tenemos los 35.000 millones que tenemos que pagar en concepto de intereses de la deuda (más de lo que nos costaría atender a todas las personas en estado real de pobreza). Hay que tener en cuenta cuando hablamos de Educación y Sanidad, no obstante, que los gastos de personal rondan la tercera parte del gasto público en general. Es por eso que a veces insistimos en que endeudarse es peor que recortar, porque mañana tendremos que recortar y pagar los intereses, o que los gastos de personal de los funcionarios no pueden dispararse por ninguna de estas dos vías: ni porque cobren más que los demás por hacer lo mismo, ni porque hagan falta más empleados públicos que empleados privados para hacer el mismo trabajo. El recorte de hoy es el sobregasto de ayer, ténganlo en cuenta cuando oigan hablar a algunos políticos de lo estupendo que sería aumentar el gasto por aquí y por allá.
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El problema: las otras cosas en las que se nos va el dinero
Pese al gran porcentaje de gasto que sería difícil, e incluso indeseable eliminar, sigue habiendo mucho dinero malgastado con el que podría pagarse la luz de la señora de Reus. Nos esquilman diciendo que el dinero de nuestros impuestos es para que las señoras mayores tengan calefacción, pero luego resulta que hay dinero para todo menos para que las señoras mayores tengan calefacción. Las señoras mayores sin calefacción son la excusa para subirnos indefinidamente los impuestos, la realidad es que después el dinero de los impuestos va a coches oficiales, al Senado, a los traductores del Senado, a privilegiar lenguas autonómicas, a garantizar que los votantes funcionarios cobren mas que los demás por el mismo trabajo, a financiar partidos y sindicatos, a pagar televisiones publicas perfectamente prescindibles, a pagar digitales, revistas y radios afines, a pagar las embajadas independentistas, a organizar cursillos de danza del vientre, alfarería y marionetas, a rescatar clubes de fútbol, a mantener abiertas piscinas cubiertas y gimnasios ruinosos, o a mantener las sociedades y empresas públicas en las que los políticos acaban de directores cuando se retiran. La existencia de todas estas cosas debería ser incompatible con el déficit, las subidas de impuestos o que a una señora le corten la luz en Reus.
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La señora no ha muerto sin tener luz a pesar del enorme y carísimo entramado estatal del que nos hemos dotado. La señora ha muerto precisamente por culpa de este aparataje descomunal. El organigrama estatal se ha comido el dinero que habría servido para pagar la luz de la señora. Es extraño que tengamos que decir esto tras 8 años de crisis en la que parecemos no haber aprendido nada, pero o acabamos con la grasa del estado, o es la grasa del estado la que acaba con nosotros.
6 respuestas
¿Cuánto nos cuestan las autonomías?
Exacto. Sumen todo el gasto en bobadas, sectarismos, corruptelas y racismos, localismos y folclorismos, melonadas y sandeces…y ahora me lo Multipliquen por 18.
El problema es el megaestado que gasta para los políticos y partidos, que nos mata a impuestos y luego no llega para que el ciudadano pague La Luz (gravada con impuestos al carbón, parón nuclear y etc) ni sus familia le pueda echar una mano.
Son ustedes unos malvados manipuladores, todos sabemos que a la derecha le encanta que los ancianos mueran: ¡Un anciano muerto una pensión menos!. La izquierda, la verdadera izquierda es la única que piensa en los ancianitos…(¡Sí les votan claro!) . Luego está el argumento que en Cuba los ancianitos no mueren por falta de corriente eléctrica, no como aquí o en USA (allí también mueren a miles), en España somos 46.500.000 habitantes y sinceramente que se te muera una anciana en un lamentable accidente no es que sea algo anormal es que es lo normal
La Diputación de Gipuzkoa, cuando estuvo en manos de Bildu, destinó 600000 euros, si, han leído bien 600000 euros en concepto de subvención a una ikastola francesa.
Para los bildurris y acólitos, el euskera de unos críos FRANCESES, valía más que el bienestar de quienes aportaban en su caso dinero a las arcas gipuzkoanas.
http://www.elmundo.es/pais-vasco/2014/02/03/52ef8e88e2704e0e2f8b4579.html
Lo curioso, es que el PNV estimaba que la medida de Bildu era válida.
http://www.diariovasco.com/gipuzkoa/201503/05/suma-bildu-defensa-subvencion-20150305005805-v.html
Menos mal que al final, «triunfó» la cordura.
http://www.elmundo.es/pais-vasco/2015/02/06/54d3d085ca4741eb738b4576.html
Aunque no se que me da que esos 600000€ no han vuelto a Gipuzkoa…
Dejen de darle vueltas al asunto visto el debate compañia de gas y Ayuntamiento de Reus.Ocurrido el triste suceso en Cataluña , no me cabe duda que pronto saldrá el Espanya ens roba , por tanto culpable ya se sabe , España.Y los separatistas con sus charnegos de escaparate tan contentos.
En un caso como este, enseguida salen voces (generalmente de la progresía) que, con lenguaje de madera, proclaman a los cuatro vientos que «la sociedad debe ser solidaria con los necesitados». Pues sí, digo yo, pero solamente con aquellos necesitados que no tengan posibilidad de prosperar. Estoy seguro de que, si a estos últimos se les prestara tres veces más de ayuda que la que reciben actualmente, nos ahorraríamos mucho dinero pero, claro, el número de votantes con estómago agradecido bajaría en picado, y eso no conviene a la partitocracia. Y es que: ¿alguien se ha molestado en calcular, cuantas injusticias se han cometido al aplicar la “justicia social”?. ¡Ah!, ya, ya, es que es incalculable. Pues eso.
Por otro lado en casos de este tipo, de víctimas de la «pobreza energética» (qué cursiladas nos obligan a poner los políticamente correctos) ¿no tendrá bastante culpa el elevado precio del suministro eléctrico que padecemos en España, como consecuencia de las subvenciones a las energías renovables?, porque, ¡ojo al dato!: según la Agencia Internacional de la Energía, entre el 2015 y el 2040 se despilfarrarán un total de 6 trillones (con t) de dólares en todo el mundo subvencionando las ineficientes energías renovables, el equivalente a 300 años de ayuda al desarrollo en África. Yo creo que esto no sólo es absurdo: es inmoral. ¿No les parece?
!Ay que razón amigo Clarete!. Cada vez que llega el cargo del recibo de luz, me pongo a temblar y cuando por ejemplo en verano , se producen esas temperaturas elevadas de calor con vientos de levante y saharianos es decir «las calores», ya sé que el aire acondicionado funcionando nos va a costar un riñón.
Ya respecto al asunto de la señora de Reus.Esa progresia que todos conocemos ¿ Como tan preocupados por la gente que no montan una oficina donde acudan esos necesitados? .Por supuesto les ayuden también pagandoles recibos de luz .No tendrían tampoco mucho trabajo en enterarse , pues desde luego si conocen rápidamente que hay pisos de PO , para ponerse en lista.