La semana pasada fue noticia el hallazgo en el río Ebro a la altura de Castejón del cadáver de un ecuatoriano de mediana edad con aparentes signos de violencia. En relación con la noticia, sin embargo, ha pasado un tanto inadvertido en la red que la Policía Foral tuvo que pasar el caso a la Guardia Civil por falta de efectivos. Este tipo de falta de efectivos es la que los 30 jefes de la Policía Foral que recientemente dimitieron como gesto de protesta anunciaron que se produciría si se aplicaba la nueva Ley de Policía . Aunque ciertos medios afines al gobierno trataron de explicar esas dimisiones por una mera reducción de salario, la noticia da la razón a los jefes de la Policía Foral y pone de manifiesto una situación bastante más compleja. Según se podía leer el viernes en la edición de papel de Diario de Navarra, por ejemplo, el sindicato APF de la Policía Foral denuncia en relación a este hecho que “no hay gente porque han aplicado una ley que no han querido cambiar” y que “están destrozando la Policía Foral”.
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La nueva ley del cuatripartito y el PSN como causa de la falta de efectivos
En el origen de la falta de efectivos que ha obligado a la Policía Foral a pasar el caso a la Guardia Civil, se encuentra una de las situaciones que ya se había señalado que sucedería en caso de aprobarse la Ley de Policía. En base a dicha nueva ley, por un lado, Interior adjudica un complemento de dedicación exclusiva a los policías de determinados puestos, para compensarles de la disminución salarial a la que se verían abocados por otro lado. Esta dedicación exclusiva se asigna a la división de Policía Judicial, Protección de Autoridades, comisarios principales, comisarios e inspectores. El problema es que quienes cobran por dedicación exclusiva no pueden ni devengar horas extra ni superar las horas de trabajo máximas fijadas por el régimen general de funcionarios. De este modo, la Policía Foral se encuentra con que, a estas alturas del año, los policías que tendrían que encargarse del caso ya no pueden trabajar más horas. Es por esto que la Guardia Civil ha tenido que hacerse cargo del caso.
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Lo sucedido con el cadáver del Ebro da la razón a los 30 cargos de la Policía Foral que presentaron su dimisión a la consejera Beaumont, a los que se intentó descalificar globalmente asegurando que dimitían exclusivamente por habérseles bajado el salario, como si al margen de esta bajada, o incluso asumiendo esa bajada como motivación, no pudiera haber también otros motivos razonables de queja.
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La consecuencia es que ahora tenemos una Policía Foral escasamente operativa en determinados escenarios y un recambio masivo de los jefes de la Policía Foral decidido a dedo por la consejera decidida por Bildu. A la vista de todo ello habrá quien piense que menos mal que nos queda la Guardia Civil o que ya sólo falta echar a la Guardia Civil.
5 respuestas
Barcos quería pasárselo a la Ertzaiana, pero dijeron que les pillaba lejos y que si eso, después del kulebrón de la ETB ya iban.
Lo de la dedicación exclusiva ha sido una txapuzilla del cutre partido para suavizar la bajada de salarios. Si se quiere una policía de verdad hay puestos a los que lo que hay que obligar es a tener DISPONIBILIDAD.
De momento no podemos decir que la Foral sea una policía integral pero hay que reconocer que tiene mucho muesly.
Un año de aberzalismo y ya se ha tenido que echar mano del Ejército y de la Guardia Civil.
Todo un récord en el autogobierno. Para el año que viene la medalla de oro de Navarra para el Duque de Alba.
Es lo que tiene ponerse en brazos de guipuzcoanos, vizcaínos y alaveses.
Es lo que tiene estar en manos de unos mediocres cuya capacidad de gestión oscila entre el cero y la nada, pero que rezuman sectarismo por los cuatro costados. Y estos son los que reclaman al Estado más transferencias… si quieren hacer el ridículo que lo hagan a costa de sus bolsillos.
Sr. Clarete, el problema es que lo hacen a costa de NUESTROS bolsillos
Pues eso, sin chupar de la teta Foral no son nadie.