La mala campaña de imagen de Bildu en Alsasua

Qué poco le hubiera costado a Bildu desmarcarse de la acción de Alsasua, condenar el hecho, reprobar a los autores, decir que nos encontramos en un tiempo nuevo, que Bildu quiere encabezar ese nuevo tiempo y que ese tiempo no admite pasos atrás. Tres líneas y todo lo que ha pasado apenas hubiera tenido repercusión política ni mediática. Es más, la repercusión mediática hubiera favorecido a Bildu y su nueva postura de apoyo a la convivencia. Todo esto lo debía haber hecho de este modo, por consiguiente, tanto si era por convicción moral como por interés propio.

Huelga decir que Bildu ha hecho todo lo contrario

Todo lo que ha organizado Bildu: el ambiente que ha creado, las concentraciones, los insultos a las víctimas, las caras de odio, la aportación constante de material mediático… lejos de desacreditar los hechos denunciados los refuerzan; es más, los explican. Toda la movilización de la izquierda abertzale revela la existencia del tipo de ambiente en el que se produciría una paliza como la sucedida. Sin duda de una manera poco inteligente, en vez de ocultar ese ambiente y ese caldo de cultivo, Bildu lo ha expuesto y lo ha enseñado a todo el mundo para que pueda verlo.

Los “pacifistas” tragados por Bildu

Ahora tenemos a todos los que eran de EA o Aralar formando parte de un partido que no condena la violencia, y tenemos un partido que no condena la violencia como una de las patas que sostiene y condiciona el gobierno. De hecho una formación que no condena la violencia es la que ha elegido o por lo menos dado el visto bueno a la consejera encargada de la Policía Foral. ¿Y para qué quiere Bildu una persona de su confianza al mando de la Policía Foral? Pues acaso para que suscriba la versión de Bildu cuando sucedan casos como el de Alsasua.

Las víctimas de ETA insultadas en Alsasua

“Fascistas” o “Vete a tu pueblo», ha gritado con cara de odio la pequeña horda de demócratas convocada por Sortu en Alsasua a Conchi Fernández, viuda de un guardia civil asesinado, dándose la circunstancia de que Conchi nació en Alsasua. ¿Cómo es que no lo sabía el que le gritó? Tal vez porque fue uno de los muchos que acudió de fuera de la localidad, incluso de fuera de Navarra, a la manifestación de la izquierda abertzale en Alsasua. Recordando la abyecta nota aprobada por el Ayuntamiento respecto a la presencia de la Guardia Civil, se echa de menos una nota posterior del Ayuntamiento quejándose de la proliferación de radicales llegados a Alsasua, que dificultan la convivencia y empañan la imagen del lugar.

En Alsasua no hay libertad, como ha puesto de manifiesto Covite. Hay una falsa apariencia de libertad y tranquilidad basada en que nadie le lleve la contraria a la izquierda abertzale y nadie entre en “nuestro territorio”. En cuanto se rompe esta premisa desaparece la apariencia de tranquilidad. Una apariencia de tranquilidad que se basa en la falta de libertad de quienes no son simpatizantes de Bildu.

Pedradas a María Chivite en 2003

María chivite ha contado estos días como anécdota que en 2003 fue a hacer campaña con el PSN en una furgoneta y tuvieron que marcharse porque empezaron a lanzarles piedras. Hace cosa de un mes la atacada era la sede del PNV. Los demócratas de Alsasua viven rodeados de intrusos a los que hay que echar de su terreno o apalizar, porque todos son unos fascistas menos ellos y los que les dan la razón.

Sólo faltaba en este cóctel Otegui diciendo que no era consciente del dolor que generaba, pero ha perdido una ocasión de oro para poner freno al odio y al dolor en Alsasua. No es creíble. En realidad, la actuación de ETA Batasuna consistía en generar todo el dolor posible para conseguir contrapartidas políticas a cambio de dejar de generar ese dolor. ¿Cómo se puede pensar que Otegui no era consciente de esto que era el mecanismo básico de funcionamiento de una organización de la que era su líder legal? ¿Es que era idiota? ¿Es que es un psicópata incapaz de empatizar con sus víctimas? Sea lo uno, lo otro, o ambos, quedaría inhabilitado para ser candidato, no digamos lehendakari, suponiendo que no lo estuviera por sentencia.

Fue Andoni Ortuzar quien hace no mucho, donde el PNV no se planteaba gobernar con ellos, que Bildu no era todavía un partido homologable. Que tenía un pie en la democracia y otro en zona pantanosa. En Alsasua se ha evidenciando Bildu sigue sin ser una fuerza democráticamente homologable. Pero se hace como que sí porque algunos necesitan sus votos para el gobierno del cambio. Eso sí, de vez en cuando, como en Alsasua, la farsa se hace evidente y entonces quedan en evidencia todos.