Sanz subrayó ayer que "nadie nos tiene que dar lecciones de lo que es ser navarro y ser español", porque, según dijo "nosotros de napartarras nada". A su juicio, el partido regionalista tiene una trayectoria "acreditada" de "contribuir al progreso y al desarrollo de España, país del que formamos parte por derecho propio y del que estamos agradecidos".
En tierra de ciegos, el tuerto es rey.
El presidente del gobierno de Navarra también quiso dar respuesta a "todos aquellos que quieran darnos lecciones" que "nos las den con dinero", e instó a "todos aquellos que nos dicen que seamos restrictivos con el gasto" a que se lo digan "a sus comunidades", ya que, según remarcó "los niveles de endeudamiento que tienen algunas comunidades es para echarse a temblar", algo que "no ocurre en nuestra región".
El Obama blanco.
Miguel Sanz reconoció que "vivimos en un momento de crisis económica y financiera importante" que ha afectado "a las familias y el empleo", pero aseguró que desde la Comunidad foral "se ha sabido responder a tiempo y oportunamente". A la estela de la Obama-manía, aseguró incluso que las medidas anunciadas por Obama para Estados Unidos son "lo que se está haciendo aquí desde hace tiempo".
Unidos tras Yolanda Barcina.
El presidente de UPN aseguró "vamos a estar todos detrás” del próximo líder de UPN. A este respecto, señaló que UPN no sólo estará "bien liderado”, sino “mejor incluso que ahora". La palabra “bicefalia” hace tiempo que nadie la pronuncia en UPN. Tal y como les anunciamos hace algunas semanas, actualmente rige en UPN un entente Barcina-Catalán, que garantizará una presencia relevante de Alberto Catalán pero asegurará a Yolanda Barcina la presidencia del partido y la candidatura a la presidencia del gobierno.