Google ofrece una herramienta extraordinaria llamada “Google Planimeter”. Gracias a ella, se puede acotar un área cualquiera del globo terráqueo para conocer cuánto mide su superficie. Para realizar un estudio aproximado como el que pretende este análisis, se trata de un instrumento óptimo.
La propia web de la UPNA cifra en 260.000 metros cuadrados urbanizados sólo la superficie del campus de Arrosadía, a los que hay que añadir la Finca de Prácticas e Investigación Agrícola, las Instalaciones Deportivas y el Centro de Biotecnología Agraria Vegetal. No sólo eso porque además habría que incluir el edificio de Ciencias de la Salud, con el Departamento del mismo nombre y la Escuela Universitaria de Estudios Sanitarios, en el recinto del Hospital de Navarra. Incluso excluyendo este último espacio, tomando como referencia un mapa de sus instalaciones obtenemos una superficie de unos 415.000 metros cuadrados.
¿Pero cabe la UPNA en lo viejo?
Sólo el campus de Arrosadía, como se aprecia en la imagen, ocuparía con sus 260.000 metros cuadrados prácticamente todo el casco viejo.
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Levantar la UPNA en lo viejo requeriría por tanto derribar todos los edificios desde el Paseo Sarasate hasta el Labrit, y desde la Catedral hasta la Avenida de Guipúzcoa. Naturalmente, entre medio desaparecerían la Plaza del Castillo, la sede de Nabai y el Ayuntamiento. Lo cual crearía un cierto inconveniente puesto que el Chupinazo habría que lanzarlo en el parque Yamaguchi. El Encierro podría empezar en la biblioteca de la UPNA y acabar en Derecho.
La UPNA a lo alto.
Naturalmente también cabe la posibilidad de edificar la UPNA a lo alto. A fin de cuentas, la torre Sears de Chicago nos ofrecería casi un espacio similar al que buscamos. Hablamos de construir en el centro de Pamplona un edificio equivalente a ocho edificios singulares uno encima de otro. Aún así, por razones obvias, tendríamos que prescindir del campo de golf de la UPNA.
Una ciudad de progreso.
Como cualquier persona puede advertir al momento, cualquiera de estas opciones hubiera sido mucho más sencilla de ejecutar y mucho más barata que ubicar la UPNA en su actual emplazamiento. El único problema es que para llevar la UPNA al centro hay que hacer desaparecer primero al centro. La población desplazada podría acudir a Guenduláin y el pequeño comercio exiliarse a Cordobilla, donde competiría en igualdad con las grandes superficies. Desde un punto de vista de progreso, la única explicación lógica de que nada de esto haya pasado es que aquí sólo se ha edificado pensando en favorecer a los especuladores del ladrillo.