La prevención.
Los expertos han señalado que la gripe y los catarros se transmiten cuando una persona tose o estornuda cerca de otra. Entre las recomendaciones para tratar de prevenir su transmisión, se encuentran la de toser o estornudar en un pañuelo desechable y tirarlo de inmediato; lavarse las manos a menudo; no llevar innecesariamente a niños menores o a personas con riesgo de complicaciones (ancianos, enfermos crónicos, personas inmunodeprimidas) a lugares públicos y aglomeraciones; evitar el acercamiento con personas enfermas de gripe y ventilar su habitación varias veces al día; y no compartir vasos o cubiertos. Otra de las recomendaciones para evitar la propagación de la enfermedad es evitar que los niños afectados por un proceso gripal acudan a la escuela.
No hay cura para la gripe y los antibióticos no sirven para tratar los virus. Los profesionales sanitarios han hecho especial hincapié en que todo lo que se puede hacer para sentirse mejor es tratar los síntomas. Han indicado, en este sentido, que es importante el descanso, estar cómodo, beber mucho líquido y comer alimentos ligeros. También han señalado que es recomendable no fumar, no frecuentar locales con humo y no beber alcohol.
Como tratamiento sintomático, se pueden tomar antitérmicos (como el paracetamol) siguiendo siempre las instrucciones del prospecto, ya que este tipo de medicamentos alivia todas las molestias asociadas a la gripe. No es recomendable utilizar aspirina en menores de 16 años, por el riesgo de desarrollar el síndrome de Reye. Ante cualquier duda, se aconseja consultar con la enfermera del centro de salud.