Ayerdi contra la EPA

A los administradores del reino de leche y miel no les salen las cuentas, al punto que según la EPA hay 8.700 ocupados menos que en el segundo semestre del año pasado. Es decir, el balance del primer año de gobierno de Uxue Barcos se puede calificar de desastroso. Más que nada porque el cuatripartito llegó al poder asegurando que Navarra se encontraba en una situación apocalíptica. Pues bien, si eso era cierto entonces ahora tenemos el Apocalipsis y 8.700 ocupados menos. Tal vez consciente de ello el vicepresidente de asuntos económicos y créditos a Davalor, Manu Ayerdi, decidió hace unas semanas arremeter contra la EPA en vez de mejorar los datos de la EPA, los cuales trató de oponer con los de afiliados a la Seguridad Social. Buen intento, pero no puede colar.

Para empezar, si la EPA era buena cuando Ayerdi estaba en la oposición será igual de buena ahora que está en el gobierno. En este sentido, Ayerdi no dudaba en utilizar los datos de la EPA para atizar al gobierno anterior:

Pero hay más. No tiene demasiado sentido oponer a la EPA los datos de afiliación a la Seguridad Social porque miden cosas distintas. Y además hay que suponer que Ayerdi lo sabe.

En principio, parece que si la EPA es una encuesta y los datos de la Seguridad Social un registro, los datos de la Seguridad Social serán más fiables. Pues bien, no es así. A tal punto que el dato que se utiliza en la UE para comparar el mercado laboral de los distintos países es la EPA. Esto no es sucede por capricho sino por una serie de motivos.

La afiliación a la Seguridad Social no arroja una imagen fiel de la situación laboral de la población. Hay distintas situaciones que lo explican entre las que podríamos citar las siguientes:

-Las personas que trabajan en la economía sumergida están ocupadas, pero no aparecen en los registros de la Seguridad social.

-Hay personas que tienen dos trabajos, por lo que aparecen dos veces en los registros de la Seguridad Social, pero no se trata de que realmente haya dos personas ocupadas.

-Hay personas, por ejemplo muchos autónomos, que siguen estando registradas en la SS y cotizando aunque se hayan quedado en paro, a fin de mantener sus prestaciones y su derecho a una futura pensión.

Por estas y otras razones no sólo no tiene nada de extraño que los datos de la EPA y los de la SS difieran, sino que de forma generalizada se considera más omnicomprensiva y fiable la descripción que se deriva de la EPA que la de la SS. La metodología de la EPA, además, se encuentra regulada y armonizada en toda la UE para que los datos resulten comparables entre los distintos países de la Unión.

A consecuencia de todo ello, el súbito escepticismo de Ayerdi con la EPA encuentra su explicación más simple en el hecho de que los datos del gobierno del cambio son malos.

Es más, son malos cuando en el resto del país son buenos.

Resulta difícil no relacionar esta actitud con la amenaza de acciones judiciales contra todo aquel que ose señalar que las listas de espera no bajan en la Sanidad y no juntarlo todo para hacer un pequeño y preocupante balance del primer año del gobierno del cambio.

Según este primer balance la sanidad y el trabajo han ido mal con el gobierno del cambio. Pero además el gobierno del cambio se revela como incapaz de hacer la más mínima autocrítica ya desde el primer minuto en el poder. Y lo que es peor, el gobierno del cambio todavía más allá y amenaza con represalias judiciales a quienes osen criticarlo desde el exterior. Peor en Sanidad, peor en ocupación y peor en libertad. Y además pagamos más impuestos. ¿Es posible un balance peor?