El titular de ayer de Diario de Navarra, más que la mera transmisión del resultado de una encuesta, parece además la declaración de un postulado: “Los electores creen que Barcina es la mejor candidata de UPN al Gobierno”.
El 56% de los simpatizantes de UPN y el 68% de los simpatizantes del PP hubieran deseado la continuidad del pacto, esto apunta un claro divorcio entre los partidos del centro derecha implicados y sus dirigentes. El resultado también es significativo a la hora de repartir las culpas. Un 26% de los simpatizantes de UPN cree que la responsabilidad es de la propia UPN, y un coincidente 22% (tanto del PP como de UPN) piensa que la culpa ha sido un poco de todos.
El papel del PSN.
El PSN, en mayor o menor medida, aparece como el gran beneficiado de la ruptura a los ojos de todos los encuestados, sea cual sea su signo político. Sin embargo nos ha llamado la atención un dato. Sólo el 4% de los votantes del propio PSN atribuyen a su partido la responsabilidad de la ruptura. Un fracaso en la estrategia de comunicación socialista a la hora de apuntársela como un mérito de Roberto Jiménez.
Mayoría absoluta de Yolanda Barcina.
Remitiéndonos a los fríos datos, Barcina logra un respaldo del 63% entre los votantes de UPN, frente al 15% que obtiene Alberto Catalán. Pero lo más importante con diferencia de todo lo publicado es que, en el conjunto de la población, Yolanda Barcina obtiene nada menos que un 45%. Se trata de una cifra que, de traducirse en votos y en virtud de Ley D´Hondt, daría la mayoría absoluta a UPN.
Yolanda Barcina, la favorita del PP.
Paradójico por tanto resulta que un 70% de los simpatizantes del PP, según la encuesta, también prefieran a Barcina como candidata de UPN. Cabe pensar más bien que, pensando en su propio interés, más le favorecería al PPN una hipotética candidatura de Alberto Catalán con un 13% de apoyo del electorado.