En pleno fregao electoral todos los partidos se aprestan a una lucha a cara de perro. El PP quiere centrarse en intentar recuperar parte de los votos que se le fueron a C´s y en verdad existe una buena bolsa de votos que en diciembre pasado no contaron para obtener ningún diputado. No son pocos votos sobrepasan el medio millón (570.000). Ciudadanos, como cuarto partido en la práctica totalidad de las provincias, se quedó el 20-D sin representación en 26 de las 52 circunscripciones. Y entre las más pequeñas, las 28 por debajo de los cinco escaños, solo obtuvo diputados en siete: Albacete, Guadalajara, Castellón, Cantabria, Salamanca, León y Valladolid.
La estrategia del PP pasa por centrar el mensaje en ese electorado de Ciudadanos huérfano de representación parlamentaria como en el caso de Navarra, las tres provincias vascas, las dos de Extremadura, La Rioja, Ceuta, Melilla, Pontevedra, Lugo, Orense, Huesca, Teruel, Tarragona, Gerona, Ávila, Segovia, Burgos, Ciudad Real, Cuenca, Jaén y Huelva. El ejemplo de Huesca es clarificador de la importancia de la pelea por el voto ‘perdido’ de Ciudadanos. En Huesca PP, PSOE y Podemos obtuvieron el 20-D un escaño cada uno de los tres en juego, los de Rivera fueron cuartos, aunque llegaron al 16% de los votos (19.703). Los populares calculan que ahora necesitan ‘pescar’ al menos una cuarta parte de esos votantes para hacerse con el segundo escaño de la provincia. La cifra final dependerá de la participación y de que los podemitas no suban de su antiguo porcentaje (17,90%).
En esta segunda oportunidad las listas de Ciudadanos volverán a chocar con la hegemonía de PP y PSOE en las provincias menos pobladas, pero también con la previsible subida de Podemos + IU + sus marcas regionales. Podemos va a intentar hacerse con la mayoría de los 930.000 votos de IU repartidos por toda España. La baza del PP en la mayoría de las provincias no pasa por atacar directamente a los candidatos de Ciudadanos, sino intentar que cale el mensaje del voto útil. El PP necesita movilizar a sus antiguos votantes: unos instalados en la abstención el 20D y otros votantes de Ciudadanos, a estos necesita hacerles ver la posibilidad de que se junten las izquierdas ¡ojo! recordarles como C´s se en novio con Sánchez.
En esta segunda vuelta, mas parca en medios y sin necesidad de caer en los tópicos de fotos con niños, pasearse en programas televisivos, etc., el probable debate a cuatro bandas es lo que puede producir la muerte súbita de uno de los cuatro candidatos en liza. Olvidado quedará el pasado debate a dos cuando Sánchez insultó gravemente a Rajoy. Ahora es cuando más necesitaría Sánchez ese debate, pues tiene el aliento de Podemos en el cogote y necesita presentarse como real alternativa para evitar el sorpasso. Pero a Rajoy no le interesa. Le viene bien un formato a cuatro porque al polarizarse la batalla electoral mostrará a Rajoy como el único garante viable de la sensatez y el orden. De momento Rivera al irse a Caracas para apoyar a los demócratas venezolanos, se adelanto al presentarse en los plató televisivos como estadista. A la radicalidad de Podemos, solo se puede hacer frente con la sensatez de Rajoy. Por eso, en fin, el PSOE está tan incómodo en su difícil misión al tener su espacio muy achicado.